"Los perros son babosos, ladran constantemente y cuesta mucho mantenerlos. Tienen demasiada energía y necesitan salir a la calle varias veces al día". "Los gatos son estirados, vagos y fríos. Solo demuestran cariño cuando quieren algo de ti, que, por cierto, suele ser a las cuatro y media de la madrugada, cuando estás profundamente dormido".