La medida es temporal y estará vigente hasta mayo de 2023. A corto plazo supondrá un ahorro del 20% en la factura de la luz pero, más allá, supone el primer paso para revisar el mercado eléctrico europeo.
Según el borrador al que ha tenido acceso 'El País', Bruselas estudia fijar un precio de referencia en el mercado mayorista o la creación de "agregadores".