Ni medusas ni carabelas: lanzan alerta en todo el Mediterráneo por la llegada de los "diablos del mar"
Los expertos aseguran que no deberían estar produciéndose estas situaciones.
Cada vez son más frecuentes los encuentros inesperados entre bañistas y una de las criaturas más majestuosas del océano. La Mobula mobular, una especia de mantarraya en peligro de extinción, está apareciendo con mayor frecuencia en las costas del Mediterráneo. Sus avistamientos -y en muchos casos sus varamientos- han generado preocupación entre expertos marinos, que aún no encuentran una explicación clara a este fenómeno.
España, Italia y Francia han registrado en los últimos meses casi 40 varamientos de esta especia. En nuestro país se han contabilizado cerca de 20, repartidos entre las playas de Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía y Baleares. En Italia, al menos 14, y en Francia, otros seis. Las cifras alarman, y lo más inquietante es que aún no hay una causa identificada.
Pese a ello, no es raro que tiburones y rayas crucen las aguas del Mediterráneo, especialmente en verano. Lo inusual es que ejemplares de Mobula mobular, una mantarraya que suele habitar en aguas profundas y abiertas, aparezcan tan cerca de la orilla. Con una envergadura que puede alcanzar los cinco metros y un peso superior a una tonelada, esta especia es la segunda más grande del mundo y, según la UICN, está en peligro de extinción.
José Luis Crespo, responsable del área de Conservación del Oceanogràfic de Valencia, confirma que esta primavera se han registrado al menos siete avistamientos en la C. Valenciana, con dos animales muertos y el resto devueltos al mar. Desde su centro se ha activado un protocolo de rescate y seguimiento, pero también un aviso: algo está cambiando en el ecosistema marino.
Por otro lado, las corrientes, las rutas migratorias y la temperatura del agua en el Mediterráneo están alterando patrones que antes eran relativamente predecibles. Los científicos sospechan que detrás de estos varamientos puede haber una combinación de factores -desde alteraciones en el hábitat hasta cambios en la disponibilidad de alimento o contaminación acústica-, pero por ahora, ninguna hipótesis se ha confirmado.
Así, por el momento, lo único claro es que estos encuentros no deberían producirse como lo están haciendo. Crespo explicó que "no hay signos de heridas, ni de interacción humana, ni tampoco causa evidente de muerte", y afirma que simplemente "aparecen muertos o desorientados", por lo que todo apunta a que se trata de un fenómeno sin precedentes.
"Esto no debería pasar"
Para estudiar exhaustivamente lo que está ocurriendo, se ha creado un grupo de trabajo con especialistas de varios países del Mediterráneo para coordinar la respuesta y compartir información. Se están haciendo necropsias, estudios toxicológicos y análisis de variables ambientales en busca de un patrón que permita explicar lo que ocurre. "Nunca antes habíamos visto algo así ni el Mediterráneo ni en otros océanos", afirma el experto.
El proyecto europeo Life, centrado en la conservación de especies marinas vulnerables, también ha lanzado una señal de alerta. Por su parte, la bióloga y coordinadora del programa, Simona Clo, fue contundente tras uno de los últimos casos en Italia: "Esto no debería pasar", afirmó.
En el caso de que te encuentres con una Mobula mobular en un lugar próximo a la costa, la recomendación de los expertos no deja dudas: hay que mantener la distancia y contactar de inmediato con el 112. Y apuntan que no se debe intentar devolverle al mar de forma propia, ya que puede aumentar su estrés y poner en peligro a la persona que intente llevarlo de vuelta al mar.
Mientras tanto, los científicos siguen atentos y preocupados. Lo que parece un encuentro fascinante es, realmente, una señal de alarma que el mar está lanzando. Quizás aún no sepamos leer el mensaje completo, pero el primer paso es reconocer que algo está cambiando.