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¿Los intereses de la gente por delante?

¿Los intereses de la gente por delante?

Díaz se revuelve contra Sánchez por no tomar ya medidas tras la derrota en el Congreso. En la batalla por el relato, Feijóo anuncia incluso una recogida de firmas por las pensiones.

Pedro Sánchez, a la derecha, en una reunión con Alberto Núñez Feijóo, en 2023.GTRES

La batalla del relato por encima de las soluciones. Pedro Sánchez concluye la semana sin haber convocado un Consejo de Ministros extraordinario tras su nueva derrota en el Congreso, que afectó de lleno al “escudo social” del que siempre hace gala. El Ejecutivo asegura que busca la fórmula para sacar adelante alguna de las medidas, como la revalorización de las pensiones o las ayudas al transporte público. Pero, de momento, continúa parado para desesperación de Yolanda Díaz. El PP, en paralelo, sacará incluso mesas a las calles para recoger firmas a fin de presionarle.

Por supuesto, el presidente y el jefe de la oposición no han hablado ni antes, ni durante, ni después de la votación del miércoles, que evidenció que el Gobierno no cuenta hoy con una mayoría clara en las Cortes Generales. Moncloa deslizó que estaba negociando con todos los grupos parlamentarios pero Génova desmintió tajantemente este extremo. Pese a ello, algunos barones territoriales del PP alertaron de los riesgos de votar que no al decreto ómnibus, por las medidas que incluía, principalmente la relativa a las pensiones. “Cuidado”, fue el mensaje lanzado desde algunas estructuras territoriales.

En la jornada de autos, el primero en dejar claro que no respaldaría al Ejecutivo fue Junts. Esto es, Carles Puigdemont pasó de las palabras a los hechos. Según el Gobierno, la negociación había ido bien, tanto como para presuponer que los independentistas le salvarían en el Congreso. Erraron de nuevo, pese a la implicación de José Luis Rodríguez Zapatero. Una “bomba nuclear”, deslizó Sumar. Inmediatamente después, los populares también confirmaron su “no”, aunque aclarando que en paralelo registraban una iniciativa para revalorizar las pensiones lo antes posible.

Santos Cerdán, el enviado a despachar con el fugado Puigdemont, se llegó a sentar en el escaño de Sánchez para hablar con Félix Bolaños y María Jesús Montero poco antes de la votación. Pero ya no había nada que hacer, y así se informó al presidente, que estaba en Davos. “Las exigencias eran inasumibles, principalmente en fronteras, migración…”. Derrota histórica. El Gobierno solo pudo salvar uno de los tres decretos, y fue gracias a los de Feijóo.

A partir de ahí, se puso en marcha la maquinaria tanto en Moncloa como en Génova. El objetivo no era otro que el de culpar al rival de ser el responsable directo de las consecuencias negativas para los ciudadanos de lo sucedido en el Congreso. “La mayoría de bloqueo baja las pensiones pero los que han ganado no pueden explicarlo y los que hemos perdido vamos al ataque”, en palabras del equipo directo de Sánchez. En efecto, los ministros socialistas salieron en cascada contra el PP, obviando a Junts en sus críticas.

“Una oposición destructiva que causa dolor social”, llegó a declarar Sánchez. Si bien, más allá de la ofensiva discursiva, el presidente optó por quedarse quieto. Tuvo opción de convocar al gabinete de forma extraordinaria para aprobar por separado las medidas, pero no lo hizo. El Consejo de Ministros se celebrará el martes, como siempre. Y oficialmente no ha aclarado cuándo actuará. En palabras de Félix Bolaños en el Canal 24 horas, se tomarán decisiones cuando los apoyos parlamentarios estén asegurados.

No todos en el Ejecutivo comparten esta estrategia. La vicepresidenta Yolanda Díaz quiere que se actúe ya, preocupada porque ese retraso se entienda como tacticismo político para desgastar al PP. “Los intereses de la gente deben estar por delante de todo (…) hay que garantizar que las medidas se retomen lo antes posible”, enfatizan fuentes de Sumar. Otros socios parlamentarios se han pronunciado en términos parecidos. “Es incomprensible que no se haya hecho aún nada”.

“Los apoyos en lo que se refiere a las pensiones y a las ayudas al transporte público ya están garantizados. El PP votará que sí. Que lo aprueben ya”, replican desde el principal partido de la oposición. Lo que quiere trasladar Feijóo es que el PP sí está aportando soluciones, tras tumbar el decreto ómnibus. Según sus cálculos, en tres semanas podría estar aprobada su iniciativa sobre los jubilados, que en esencia es un corta y pega de lo planteado por el Gobierno.

Además, la dirección nacional se coordinó con las comunidades autónomas en las que gobiernan para anunciara a coro que mantendrán las ayudas al transporte. “Aunque no puede ser algo permanente”, deslizan fuentes autonómicas, que avisan del “roto presupuestario”.

En esta batalla por el relato, Cuca Gamarra, la secretaria general, llegó a comparecer el viernes con los portavoces parlamentarios para anunciar una recogida de firmas a través de Change.org y también con mesas en las calles para apretar al jefe del Gobierno. ¿El motivo? En Génova también son conscientes de que la decisión de tumbar el decreto ómnibus fue arriesgada, y de ahí su afán por instruir a sus portavoces y multiplicar sus mensajes a la opinión pública, a través de medios de comunicación y redes sociales.

“Tenemos que explicar muy bien la decisión que hemos tomado. No puede calar que por nuestra culpa no se han revalorizado las pensiones”, resumía un presidente autonómico. Piensan lo mismo en Moncloa, y de ahí la guerra sin cuartel, una vez más, entre los dos principales partidos del país.

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Corresponsal político de El HuffPost.