Sainete en la Moncloa: Buxadé, la furgoneta de Hazte Oír y una declaración de dos minutos

El argumento de la película ya sorprendía. Este martes, era la primera vez que un presidente del Gobierno en ejercicio declaraba como testigo desde el palacio de La Moncloa. La expectación era máxima en los alrededores de la residencia del jefe del Ejecutivo porque la sola presencia del polémico juez Peinado, estrella protagonista de este culebrón, garantizaba el espectáculo. Y la divina comedia montada alrededor del denominado 'caso Begoña Gómez' no ha defraudado.

Sánchez se ha acogido a su derecho a no declarar, como ya se esperaba. El presidente del Gobierno ha evitado responder a las preguntas del juez acogiéndose al artículo 416 de la ley de Enjuiciamiento Criminal, que dispensa de declarar a "los parientes del procesado en líneas directa ascendente y descendente, su cónyuge o persona unida por relación de hecho análoga a la matrimonial, sus hermanos consanguíneos o uterinos y los colaterales consanguíneos hasta el segundo grado civil". 

Peinado, que había pedido filmar la comparecencia, se ha conformado con un corto de apenas dos minutos. 120 segundos en los que Sánchez sólo ha respondido a dos preguntas: si tenía alguna vinculación con alguna de las personas investigadas y si se acogía a ese artículo 416. Y ya. 

El resto ha sido puro show. A las puertas de la Moncloa, Hazte Oír había convocado una protesta en contra del presidente del Gobierno. Respondieron a la cita unas veinte personas que, megafóno en mano, han soportado el calor de julio gritando proclamas proclamas como 'Pedro Sánchez a prisión' o 'Juan Carlos Peinado, España está a tu lado'. Por los alrededores circulaba también una furgoneta de la asociación en la que se pedía la dimisión de Sánchez.

Peinado había llegado un rato antes subido a un Renault Clio de color azul. Los medios de comunicación no pudieron captar su imagen, pero el juez se lleva como recuerdo de su visita a La Moncloa una querella por prevaricación presentada por la Abogacía del Estado. A través de ella, Sánchez considera que el juez dictó "a sabiendas" varias resoluciones "injustas" y contrarias a lo dispuesto en la norma, que atendían a "convicciones propias" que "se apartan de su deber investigador". 

Porque, según la Abogacía, el titular del juzgado de instrucción 41 de Madrid no debió nunca acudir a La Moncloa a interrogar al jefe del Ejecutivo, sino permitirle declarar por escrito, como dicta la ley para comparecencias que giren en torno a cuestiones conocidas por razón de su cargo. "No cabe disociar a una persona y pretender que se le va a preguntar como esposo, cuando lo determinante del objeto de la investigación es la condición de Presidente de Gobierno del marido de la investigada", señala en su escrito.

El abogado de Begoña Gómez ha señalado que Sánchez adoptó un papel de persona tranquila durante la breve declaración, mientras que la letrada de Vox presente en la misma ha dicho que se ha mostrado "impávido y altanero". 

Marta Castro no ha sido la única de los de Abascal que alcanzaba hoy su sueño de pisar Moncloa. Jorge Buxadé, que ha aprovechado la circunstancia para acompañar a la letrada, ha denunciado ante los medios la "corrupción política y económica" que, en su opinión, ha "cercado" al jefe del Ejecutivo y ha criticado el papel de la Fiscalía, "convertida en el abogado defensor de Sánchez", en este proceso. Al eurodiputado de Vox se le ha visto después merodeando por la zona y ha sufrido incluso una pequeña caída. Nada grave. 

La comedia en torno al 'caso Begoña' tiene pinta de que tendrá más capítulos. La duda es si Peinado se atreverá a imputar a Sánchez tras su declaración como testigo, de igual manera que ya ha pasado con el empresario Carlos Barrabés o el rector de la Universidad Complutense de Madrid, Joaquín Goyache. En ese caso, su investigación pasará a ser estudiada por el Tribunal Supremo dado su condición de aforado por ser presidente.