Sánchez y sus ministros alejan al Gobierno del 'caso Koldo', mientras Ábalos se ofrece como testigo con su futuro en el aire

El 'caso Koldo' entra en una nueva dimensión. La filtración del informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil pone en el centro del foco al exministro José Luis Ábalos y, por ende, al Gobierno del que formó parte en plena pandemia. Las declaraciones, las respuestas y el cruce de justificaciones y exigencias de dimisión han colapsado una jornada en torno a una cuestión que amenaza con cronificarse y elevar más —aún era posible— la crispación política.

El informe conocido de la UCO cuenta con 233 páginas de sobresaltos. La presunta trama en torno a las mascarillas en pandemia, la polémica "visita-no visita" de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez a España, el rescate de Air Europa... Y en medio, con un "papel relevante", sitúa a José Luis Ábalos, que ha dado un paso por su cuenta al ofrecerse a declarar ante el juez instructor para "poder defenderme", como deslizaba ya el jueves.

A todas estas cuestiones ha tenido que enfrentarse Pedro Sánchez en Roma, en una rueda de prensa posterior a la audiencia que le ha concedido el papa Francisco. En tono grave, el presidente ha afirmado que "no va a haber impunidad". "Quien la hace la paga", ha apuntado en referencia al posible rol de José Luis Ábalos, quien fuera figura relevante del PSOE y de su propio entorno.

Sánchez ha defendido que "con mi Gobierno, si hay algún caso de corrupción, tendrá que ser la Justicia y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quien lo determine", tratando de marcar distancias con lo ocurrido "en épocas pasadas". Ni sobre esas épocas ni sobre el propio Ábalos ha querido hacer referencias personales.

En su intervención también ha querido alejar toda implicación suya "y del Gobierno" en la polémica en torno a la presencia de Delcy Rodríguez a comienzos de 2020 en Barajas. Una "visita privada" de la que ahora ha reconocido que Ábalos sí le informó, pero que se "canceló" cuando Moncloa descubrió que había sanciones en vigor contra la número dos del régimen de Maduro. 

"Esa es la participación del Gobierno de España. Cualquier otra cuestión que tenga que ver con supuestas prácticas delictivas tendrán que ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la Justicia quien lo dirima y tendrán que responder aquellas personas involucradas", ha manifestado a los periodistas.

En ambos asuntos, el discurso de Moncloa es idéntico al de Pedro Sánchez, a quien algunos implicados en la trama 'Koldo' hablan en clave como "el uno". Pesos pesados del Gobierno como Félix Bolaños, Pilar Alegría u Óscar Puente han ponderado la "transparencia" y "ejemplaridad" de su Ejecutivo, contrapunto, han marcado, a cuando con el PP "se rompían a martillazos los discos duros de los ordenadores". 

Puente, 'heredero' tiempo después de la cartera de Ábalos, ha sido aún más directo, llamando a esclarecer todos los hechos "caiga quien caiga" para defender la "ejemplaridad" del PSOE, un "partido que se considera limpio, democrático y honesto".

El PP aprovecha para atacar en un momento difícil

El relato es el contrario en los interiores de Génova, 13. Alberto Núñez Feijóo ha aprovechado el ruido para alejar la tormenta interna por la votación sobre los presos etarras y ha atacado a Moncloa, señalando que "la corrupción en el Gobierno avanza a un ritmo que asusta".

Lo ha hecho exigiendo a Pedro Sánchez "dar la cara" puesto que "nunca un escándalo de corrupción en España había abarcado a tantos ministerios y a tantas instituciones del Estado". Una retórica continuada desde otros estamentos del PP. Elías Bendodo ha ido más allá reclamando la dimisión del presidente del Gobierno ante lo que cree "será el mayor caso de corrupción de España".

En esta partida de múltiple jugador, también participan las acusaciones particulares de la trama. Las asociaciones Hazte Oír e Iustitia Europam han pedido al juez responsable del 'caso Koldo', Ismael Moreno, que cite como testigo a Pedro Sánchez para que explique "por qué su nombre aparece en un informe".

El futuro de Ábalos

Quien sí ha ofrecido su testimonio es el exministro José Luis Ábalos. El actual diputado del Grupo Mixto ha solicitado comparecer voluntariamente, como testigo, ante el juez Moreno. Su movimiento llega horas después de conocerse el informe de la UCO y de que el instructor diera el primer paso hacia su imputación, según han confirmado fuentes jurídicas a Europa Press.

En torno al exministro de Transportes (antes Fomento) hay un horizonte incierto, con la posibilidad de una imputación sobre la que ya se habrían dado los primeros pasos. El jueves, el juez Moreno lanzó una petición para certificar si el político goza en la actualidad de la "condición de diputado", cuestión a la que ha respondido de forma afirmativa la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, en otro escrito al CGPJ.

La petición de Moreno podría suponer un paso previo a una eventual imputación, dado que para proceder penalmente contra un diputado primero hay que consultar su condición al Congreso y, tras recibir respuesta, tendría que redactar una exposición de motivos para enviarla al Tribunal Supremo, que es el órgano competente para investigar a un diputado.