La montaña rusa de acero más antigua del mundo se oculta en España: aún te puedes montar en ella
No solo destaca por su longevidad, sino también por su diseño.
Los parques de atracciones se han consolidado como uno de los destinos favoritos para personas de todas las edades, ofreciendo diversión y emociones sin importar la época del año. Ya sea en familia, con amigos o en pareja, visitar estos lugares garantiza una experiencia inolvidable. Además de sus modernas montañas rusas y atracciones de última generación, algunos parques esconden auténticas joyas históricas.
Este es el caso del Parque de Atracciones Monte Igueldo, en San Sebastián, que tiene la montaña rusa de acero más antigua de todo el mundo que aún se encuentra en funcionamiento: la Montaña Suiza. Desde su inauguración en 1928, esta joya arquitectónica ha deleitado a varias generaciones con su encanto retro y su emocionante trayecto. Esta atracción destaca no solo por su longevidad, sino por su particular diseño.
La Montaña Suiza fue idea del ingeniero alemán Erich Heidrich y se caracteriza por ser de pequeñas dimensiones pero intensa, con ascensos y descensos a diferentes velocidades. A diferencia de las montañas rusas más modernas, esta atracción fue construida con raíles de madera que estaban en la vía, como en los scenic railways tradicionales, para adaptarse al contorno natural del monte y ofrecer unas vistas inigualables del paisaje de San Sebastián.
Un auténtico referente
Con casi un siglo de historia, la Montaña Suiza ha sido cuidadosamente mantenida para preservar su autenticad y garantizar la seguridad de los visitantes. Con el tiempo, los raíles de madera fueron cambiados por unos de acero que aportan una mayor estabilidad al recorrido en su totalidad. No obstante, se siguen manteniendo los vagones originales de madera, decorados con detalles de época, que aportan un valor histórico único.
Actualmente, la montaña rusa opera con dos trenes compuestos de dos coches con cinco filas cada uno. Con una capacidad de dos personas por fila, el tren admite un total de 20 valientes pasajeros que se atrevan a subirse a esta atracción que alcanza una altura de casi 10 metros en su pico más alto y una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora. De esta forma, tras 96 años desde su apertura, se consolida como la montaña rusa de acero operativa más antigua del mundo.
Aunque sus curvas y descensos no compiten en velocidad con otras atracciones más modernas, su recorrido a través de barrancos, túneles y giros suaves ha convertido a la Montaña Suiza en un ícono que ofrece una experiencia que va más allá de la simple adrenalina. Además, se ha convertido en un referente para los amantes de las montañas rusas y la historia de los parques de atracciones, quienes viajan de todas partes del mundo para disfrutar de su autenticidad.
