Lo que en su día parecía un simple billete de 10, 20 o incluso 500 euros puede esconder un verdadero tesoro. En el mundo del coleccionismo, detalles aparentemente insignificantes como una letra, un número de serie o una firma equivocada pueden aumentar su valor.

El caso más llamativo lo protagoniza un billete irlandés de 500 euros —con la letra “T” en su número de serie— que fue subastado en Estados Unidos por 7.200 dólares, lo que equivale a unos 6.323 euros al cambio actual. ¿El motivo? Su estado impecable y su rareza. Según Tero Kontiokari, subastador del Club Numismático de Oulu, este tipo de billetes puede multiplicar su valor original si se conservan en perfecto estado, sin dobleces ni señales de uso.

Billetes comunes que ahora valen el triple o más

No hace falta irse a cifras tan altas para encontrar ejemplos sorprendentes. Los billetes finlandeses de la primera serie del euro, identificables por la letra "L" al inicio del número de serie, pueden valer el doble o incluso el triple de su valor original. Un billete de 5 euros sin circular puede alcanzar los 15 euros, mientras que uno de 10 euros puede superar los 20.

En el caso de los billetes de 200 y 500 euros, el valor de colección puede alcanzar los 250 y 750 euros respectivamente, siempre que se encuentren en condiciones impecables y pertenezcan a las primeras tiradas.

Uno de los casos más curiosos es el del billete belga de cinco euros de la segunda serie, identificable por la letra "Z" y con la firma de Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo entre 2003 y 2011. El problema es que este billete se imprimió en 2013, según los expertos, este billete jamás debió circular bajo esa firma. 

Se cree que fue una tirada de prueba o una emisión accidental, ya que oficialmente no debía existir. Apenas se conocen tres ejemplares en todo el mundo, y su valor estimado ronda los 5.500 euros, aunque los especialistas creen que podría alcanzar cifras aún mayores en subastas futuras.