Son gestos que no suelen ser habituales, si bien deberíamos acostumbrarnos más a ellos. En un gesto de humanidad y generosidad, un hombre, del que han preferido no desvelar su nombre, decidió que su último gesto antes de morir sería de gratitud. Poco antes de fallecer, contacto a la organización Rescate Alpino, el cuerpo especializado en rescates de montaña en Italia, para donarles una de sus más preciadas propiedades.

El protagonista de la historia vivía en una remota aldea de montaña. Y, antes de morir, pidió a su administrador de bienes que se pusiera en contacto con Rescate Alpino. Lo lograron. Se comunicaron con Fabio Bristot, uno de los miembros más conocidos de la organización, que acudió a su encuentro. Allí, descubrió que este hombre quería donarles un vehículo 4x4 bien mantenido y preparado para la montaña.

El todoterreno, según ha contado un maravillado Bristot, estaba en perfecto estado. El hombre le explicó que quería donárselo porque admiraba el trabajo que desempeñaban todas las personas que pertenecen a Rescate Alpino. Quiso que su vehículo sirviera para salvar vidas.

El acto ha servido como el mejor nexo entre quienes cuidan la montaña y quienes la habitan. Bristot aceptó la donación y le prometió que usarían el todoterreno para mantener viva su memoria.