Un joven de 13 años hackea Microsoft y el gigante tecnológico llama a su puerta para premiarlo
El menor ha conseguido sorprender a los expertos veteranos de la compañía.
Dylan es un joven que con tan solo 13 años fue capaz de hackear Microsoft. Todo ocurrió en el año 2020, cuando, a raíz del confinamiento, la escuela del menor decidió cortar el acceso a Microsoft Teams, la herramienta que se le había proporcionado a los estudiantes para que se comunicaran entre ellos.
El niño decidió tomar cartas en el asunto ante esa situación y hackeó Microsoft Outlook, logrando acceder a las cuentas, y posibilitando que los estudiantes continuaron comunicándose.
Tal y como recoge Interesting Engineering, Dylan empezó utilizar ordenadores a una edad muy temprana y aprendió a programar usando Scratch, una plataforma dirigida a niños. A los 11 años, ya sabía leer HTML y otros lenguajes de programación, mientras analizaba el código fuente de las plataformas educativas y probaba sus limitaciones.
Tras esa ‘gesta’ informática de hackear Microsoft para conseguir hablar con sus compañeros del colegio, el niño optó por informar al gigante tecnológico acerca de las vulnerabilidades que había hallado en sus sistemas.
La compañía, lejos de recriminarle al menor sus acciones, decidió incluirle en su equipo, concretamente en el programa de recompensas por errores con el que Microsoft trata de atraer a los ingenieros especializados en ciberseguridad.
Según precisa el mencionado medio, Dylan se ha convertido en el primer menor de edad en formar parte del programa de recompensas, que antes de la irrupción del niño únicamente estaba abierto a adultos.
Dylan sorprende a los expertos de Microsoft
Dylan ha sorprendido a los expertos veteranos de Microsoft, ya que el niño ha realizado docenas de informes con vulnerabilidades de seguridad que ha detectado en el sistema de la compañía.
Desde el gigante tecnológico destacan que "todo empezó con un niño que quería ayudar a sus compañeros a no quedar aislados del mundo digital". Por lo tanto, desde Microsoft defienden que Dylan "no rompió ninguna regla, al contrario, las fortaleció".