Trump retira su reforma sanitaria al carecer del apoyo necesario en su partido

Trump retira su reforma sanitaria al carecer del apoyo necesario en su partido

La minoría radical republicana bloquea su alternativa al Obamacare en la Cámara de Representantes

El presidente de EEUU Donald Trump, este viernes en un acto sobre el día de la independencia griega celebrado en la Casa Blanca.REUTERS

El liderazgo republicano de la Cámara de Representantes de EEUU ha cancelado este viernes el voto sobre el plan sanitario de su compañero de partido, el presidente Donald Trump, que preveía sustituir la actual ley de salud del expresidente Barack Obama (demócrata). La decisión se ha tomado después de no conseguir los votos suficientes. Es, sin lugar a dudas, la primera humillación pública del nuevo inquilino de la Casa Blanca.

Ante la falta de apoyo entre los conservadores, el presidente de la Cámara baja, el también republicano Paul Ryan, retiró el proyecto de ley apenas a unos minutos de que comenzara el voto. "La hemos retirado", confirmó Trump en conversación telefónica con el diario The Washington Post, al aseverar que tras los esfuerzos de negociación no había opciones de lograr los suficientes síes, por lo que pidió a Ryan que retirara el texto.

Trump llevaba semanas lanzando amenazas a los republicanos pero no han surtido efecto y la aritmética ha hecho que su fracaso legislativo sea estrepitoso, cuajado en su propia bancada. Él, el todopoderoso Trump, que ha prometido a diestro y siniestro que acabará con la reforma sanitaria de su predecesor en el cargo, no tiene posibilidades de cumplirlo, porque los apoyos no están de su parte. Ahora queda por ver cómo va a digerir su derrota y cómo será su relación con los republicanos en lo que resta de legislatura.

El presidente de la Cámara de Representantes, en una rueda de prensa, reconoció más tarde "el revés" sufrido por la falta de consenso entre sus compañeros para aprobar un nuevo plan de salud, pero aseguró que este "no es el final de la historia".

Ryan prometió seguir trabajando para "mejorar las vidas de la gente" y derogar y sustituir el actual sistema, aunque Trump aseguró este jueves que lo dejaría en pie si el proyecto que iba a ser votado hoy fracasaba.

IN EXTREMIS

A horas de la votación —que se había planteado para las 21.30 hora española- Ryan ya acudió a la Casa Blanca para informarle de que no tenía los votos suficientes para que fuera aprobado este viernes su plan de salud, que prevé sustituir el Obamacare.

Ryan fue a la mansión presidencial para informar al mandatario de la situación y tomar una decisión conjunta sobre si celebrar el voto o descartar las negociaciones acerca de la propuesta que ahora está en la mesa, según indicaron varias fuentes conservadoras a medios estadounidenses.

No es el final de la historiaPaul Ryan, presidente de la Cámara baja de EEUU

El liderazgo republicano ya tuvo el jueves que posponer la votación que estaba prevista al no encontrar un consenso en su propia bancada y no contar con los votos suficientes para aprobar la legislación.

Tras ese primer revés, Trump dio un ultimátum a los republicanos, exigió que convocaran un voto para hoy pese a la falta de acuerdo y aseguró que no está dispuesto a prolongar más las negociaciones, por lo que, si no se aprueba la propuesta, está dispuesto a dejar en marcha la ley de Obama, conocida como Obamacare.

La Cámara de Representantes siguió las instrucciones del presidente y convocó el voto para hoy.

CRISIS PARA TRUMP

El mandatario ha cargado este jueves contra el Freedom Caucus (Caucus de la Libertad), el grupo ultraconservador de legisladores que está obstaculizando el acuerdo porque quiere menos regulaciones y que los ciudadanos sean capaces de elegir qué cuidados médicos cubren sus planes de salud.

Trump consideró que la oposición al plan republicano del Caucus de la Libertad permitirá que se mantenga el plan sanitario de Obama y apoyará así de manera indirecta a Planned Parenthood, la mayor organización de planificación familiar de Estados Unidos que ha recibido numerosas críticas de los republicanos.

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  Paul Ryan se dirige a la sala de prensa de los republicanos.REUTERS

"La ironía es que el Caucus de la Libertad, que es muy provida y está en contra de Planned Parenthood, va a permitir que continúe el apoyo a P.P. (siglas de Planned Parenthood) si detiene este plan", dijo el presidente en su cuenta personal en Twitter.

El grupo de legisladores del Caucus de la Libertad ha conseguido que la Casa Blanca retire de su propuesta legislativa los llamados "beneficios esenciales", una cobertura básica que incluyen las aseguradores y que comprende, entre otras cosas, la asistencia en urgencias o los cuidados por maternidad.

Para ser aprobada, la propuesta legislativa necesita 216 votos y, aunque la mayoría republicana cuenta en la Cámara de Representantes con 237 escaños, la rebelión interna de los ultraconservadores (una treintena) podría impedir la aprobación del plan.

UN LARGO PROCESO

Todo comenzó a principios de marzo, cuando Paul Ryan presentó el proyecto alternativo al Obamacare. Fue entonces cuando Trump, muy tocado ya por la polémica con su veto migratorio y sus presuntos vínculos con Rusia, se lo apropió políticamente para demostrar que seguía siendo el gran líder.

En este por lo que se aboga es por eliminar la obligatoriedad del seguro médico, congelar el programa para los más desfavorecidos y demoler el aparato impositivo que nutre la red asistencial. Pero el plan no termina de convencer, ya que sigue prohibiendo a las aseguradoras rechazar a un paciente con enfermedades previas y da largos plazos para desmantelar la obra de su antecesor.

Según informa la agencia Reuters, la Oficina Presupuestaria del Congreso, un organismo no partidista, ha determinado que si se aplica el plan republicano se quedarán sin seguro médico 14 millones de personas el próximo año y 24 millones en una década, lo que elevaría la población sin cobertura a 52 millones. También implicaría una subida de las pólizas del 15% al 20% para los dos próximos años. La Casa Blanca dice que no, que eso no es así: que nadie quedará sin asistencia, y que ha tomado como única referencia del estudio el ahorro que implica su proyecto: 155.000 millones de dólares en una década.

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