España se mete en la 'Final Four' de la Nations League pese a su desconexión ante Italia

España se mete en la 'Final Four' de la Nations League pese a su desconexión ante Italia

Las de Montse Tomé, clasificadas de antemano por el traspié de Suecia, caen 2-3 ante Italia por culpa de 20 minutos críticos con numerosos errores de bulto.

Italia celebra uno de sus goles ante una desolada zaga españolaEFE / Lavandeira

Busquémosle el lado bueno: España ya está en la ansiada Final Four de la Nations League, esa cita que da billetes para los Juegos Olímpicos. A partir de ahí sólo queda un consuelo. Si había que coleccionar tantos errores impropios de una campeona del mundo, mejor en un día como hoy, sin nada ya en juego.

Porque España pasó de ganar a Italia controlando bien el partido a desaparecer del campo con un hat-trick de fallos en defensa en apenas 20 minutos que las transalpinas no desaprovecharon. La reacción, tirando de orgullo, no fue suficiente para remontar el 2-3 final que supone el primer fallo en la fase de grupos para 'La Roja'.

Nada hacía presagiar semejante hundimiento en un equipo que llegaba en racha e resultados y con una armonía que no se vivía desde hacía demasiado. Y esto pareció reflejarse en una primera parte que fue toda española, con una Athenea del Castillo hiperactiva y una Tere Abelleira no menos motivada en su casa, Pontevedra, que lució preciosa con más de 9.000 espectadores en Pasarón.

Fue la primera la que abrió el marcador en el 11', fruto de unas de esas acciones de desborde y remate que le hacen tan diferente y tan fundamental. Su gol pudo tener continuación en numerosas oleadas suyas, de Olga Carmona, de Salma Paralluelo... Pero Italia se escapó 'viva' tras 45 minutos en los que apenas pudo hacer nada más que presionar.

Difícil regresar peor de un vestuario

Todo se desbarató en un absurdo arranque de segunda parte, con España aún emplazándose en el campo y sin ni siquiera haber saltado las 11 jugadoras entre cambios a medio hacer. Difícil justificación tiene, pero insistimos, mejor hoy que otro día. En una jugada al filo del fuera de juego —se echó de menos el VAR—, Giacinti sorprendió a todos y empató, entre la niebla y las protestas españolas a la árbitro griega.

La bruma gallega no ayudó a España a despertar y otro error impropio de una campeona del mundo regaló el 1-2 a Italia en el 57'. Por miedo al pelotazo, anatema en el fútbol moderno, Cata Coll sacó en corto, poniendo en aprietos a la 'centenaria' hoy Irene Paredes. La capitana bastante hizo con quitarse de encima el balón, que fue directo a Giugliano. Su centro, con la defensa española desubicada, fue medio gol que Cambiaghi no desaprovechó. 

El ko español era total. Sin tiempo apenas, salvo para reclamar un penalti que no era, España sintió otro directo en sus tripas. El 1-3, en un nuevo fallo defensivo a salida de córner que tampoco rechazó Linari en el 63' prácticamente sobre la línea de gol.

Llegaron los cambios y, a falta de un verdadero control sobre el campo, sí vino el orgullo de campeona. Lo sacó otra vez Abelleira, que mandó el balón al travesaño momentos antes de ponerle en bandeja el 2-3 a Esther González, que hizo de lo que es, puro '9'. Quedaban 14 minutos, justo cuando apareció Cata Coll con una mano salvadora en la siguiente acción.

Del orgullo ya no se sacó nada más, mientras la niebla se iba haciendo más densa. Con las prisas llegaron las imprecisiones locales y la picaresca italiana; no hay selección transalpina que no sepa jugar con el marcador a favor.

Con un último compromiso de la fase de grupos del todo intrascendente, el martes 5 contra Suecia en Málaga, el próximo objetivo ya tiene fecha, del 21 al 28 de febrero, aunque no sede todavía. Por entonces, España habrá hecho la mitad del trabajo. Bastará una victoria más para lograr el ansiado billete a París 2024... y de paso, volver a pelear por un título

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Miguel Fernández Molina (Sabiote, Jaén, 1987) es periodista licenciado por la UCM. Trabajó ocho años en el medio digital 'Mundotoro' antes de llegar a 'El HuffPost', donde ejerce de responsable de cierre y escribe sobre deporte, internacional y política, entre otros campos.