La regla de las '24 horas' para ahorrar en las compras

La regla de las '24 horas' para ahorrar en las compras

Se trata de una técnica especialmente eficaz para los compradores impulsivos.

Billetes y monedas de euro junto a una calculadoraPIXABAY

Aunque la inflación parece ir a menos en España (el dato adelantado de julio se ha situado en el 2,3% interanual), la realidad es que el incremento de los precios experimentado en los últimos tiempos ha hecho que el poder adquisitivo de muchas personas disminuya considerablemente.

Por esa razón, en el actual contexto macroeconómico es especialmente importante analizar con detenimiento si los productos que se desean comprar se van a utilizar con asiduidad y si su precio es asumible teniendo en cuenta los ingresos que se perciben.

En ese sentido, hay ciertas personas que pueden ser calificadas como compradores impulsivos. Este perfil de individuo suele dejarse llevar por la sensación gratificante que le aporta adquirir algo y no se para a pensar las consecuencias económicas que tiene esa compra.

Para poner solución a esas compras que generan un placer instantáneo que en unas horas o días se convierte en un sentimiento de arrepentimiento, Glen James, el presentador del podcast de finanzas australiano My Millennial Money, aconseja seguir la regla del 1% (o de las 24 horas).

Es recomendable pensárselo bien

El método es sencillo: si se va a comprar un producto cuyo precio es superior al 1% de tu salario bruto anual, hay que pensar durante al menos 24 horas si esa adquisición es realmente necesaria.

Ese tiempo de espera ayudará a replantearse las implicaciones económicas que tiene esa compra e incluso a encontrar una fórmula a través de la que ahorrar una cantidad de dinero similar a la que se va a desembolsar para hacerse con ese producto deseado. Si se logra ese ahorro, al menos la compra no causará un desequilibrio económico en tu cuenta bancaria.

La regla del 1% está pensada para aplicarse a la compra de bienes que se desean pero que no son esenciales para poder vivir. O en otras palabras, productos que no son estrictamente necesarios.

Algunos ejemplos de esas compras en las que se puede hacer uso de esta regla de las ’24 horas’ son los videojuegos, prendas de ropa que no sean totalmente necesarias o salidas a comer en restaurantes. En consecuencia, esta regla es aplicable a todos los desembolsos superiores al 1% del salario bruto anual que están asociados al ocio.

De esta forma, cada vez que la regla de las ’24 horas’ funcione para no llevar a cabo una compra impulsiva, se habrá logrado ahorrar al menos un 1% de los ingresos brutos anuales.

No obstante, Glen James subraya que, más allá de recurrir a esta regla del 1%, siempre hay que tener claro de antemano cuál es el presupuesto que se tiene para gastar en ocio.