Cómo vive las rebajas una persona con adicción a las compras

Cómo vive las rebajas una persona con adicción a las compras

"Tienen un escenario por delante que lo fomenta y que les impulsa a hacerlo y además está bien visto por la sociedad".

Mujer sobre un rótulo de descuento en un escaparate.Michele Constantini via Getty Images/PhotoAlto

Llegan las rebajas. Descuentos, ofertas, carteles de 2x1 y “todo al 50%” inundan las calles de las principales ciudades de España. Esto es una oportunidad para muchos compradores que desde principios de enero se agolpan en las tiendas desde primera hora de la mañana para conseguir las mejores gangas.

Pero este bombardeo continuo de chollos no es precisamente bueno para aquellos que conviven con una adicción como son las compras compulsivas. “Tienen un escenario por delante que lo fomenta y que les impulsa a hacerlo y además está bien visto por la sociedad. Por esto, a corto plazo todo lo que se percibe por parte de la persona que tiene el problema es positivo y no tiene repercusión”, explica María Hurtado, psicóloga y coordinadora de AGS Psicólogos-Madrid.

“El mensaje que se nos lanza cuando es época de rebajas es aprovechar la gran oportunidad para comprar productos con grandes descuentos. Además estas campañas se lanzan un mes antes de comenzar las Navidades, una fecha propicia que también llama a la gente a comprar”, detalla.

La especialista pide tomar nota especialmente sobre este comportamiento en personas que realicen compras de manera “muy intensa” incluyendo gastos que no se pueden permitir, de forma frecuente “como puede ser comprar a diario”, y por último, dedicando mucho tiempo “permaneciendo horas o más tiempo de lo previsto en los grandes almacenes o tiendas”. “Si se cumple este escenario hay que plantearse si se está sufriendo una adicción”, apunta.

A esto suma otro factor el psicólogo Sergio García, que señala a “una preocupación excesiva por la actividad de comprar y un impulso irresistible de hacerlo, generalmente sintiendo culpa después de su realización”.

Para García, la temporada de rebajas es especialmente dramática para la gente con este problema ya que hace que “estas personas, que son vulnerables, entren en un estado angustioso porque saben que son más proclives a repetir su conducta problemática”. 

Son muchas las personas que, pese a no tener ningún trastorno, también compran sin necesitarlo en estas fechas o se sienten mal por no hacerlo y haber perdido esa oportunidad.

“Las personas sin este trastorno también pueden ser vulnerables y comprar cosas que no necesitan, la sociedad de consumo está basado en la compra por impulso de tal manera que quiere persuadir de modo ‘indirecto’ el acto de comprar, de tal manera que el sujeto imagina durante unos minutos que hacerlo le es útil o imprescindible para su vida”, detalla García, quien recalca que este tipo de estrategias se “hacen pensando que el comprador va a sentirse mejor al hacerlo o va a participar de un tipo de vida diferente”.

Del mismo modo, recuerda que las ofertas o ver que hay poco stock de un producto codiciado “le hace sentir una gran satisfacción”.

Hurtado apunta también al extremo contrario, aquellos que no se permiten comprar nada. “Su excesivo autocontrol y rigidez en sus ideas les lleva a no permitirse ‘darse un capricho’ o a carecer de cosas que realmente necesitan. Con estas personas habría que trabajar sobre todo a nivel cognitivo para rebatir os pensamientos que sustentan dicha conducta para que sean más flexibles y así conseguir que se sientan mejor”, explica.

Las compras compulsivas o adicción a las compras se enmarcan, según los especialistas, en las adicciones sin sustancia que se diferencian de las drogas, el tabaco o el alcohol.

“El hecho de poder comprar genera en la persona un placer o excitación, es decir, un aumento en la activación fisiológica. Cuando se adquiere y se compra un determinado producto ese placer disminuye y desaparece para pasar a la toma de conciencia de lo que se ha hecho provocando sentimientos de culpa, cuando se perciben las consecuencias negativas”, sentencia Hurtado.

Cuando se adquiere y se compra un determinado producto ese placer disminuye y desaparece para pasar a la toma de conciencia de lo que se ha hecho provocando sentimientos de culpa
María Hurtado, psicóloga y coordinadora de AGS Psicólogos-Madrid

Tal y como señala la psicóloga, “la huella que más impacta en nuestro cerebro es el reforzar de manera inmediata nuestro comportamiento más que las consecuencias posteriores que por así decirlo ya llegan tarde”. “Si repetimos este patrón una y otra vez,  la adicción cada vez es más fuerte y los parámetros como la frecuencia o la intensidad se hacen más fuertes”, detalla.

Detrás del contexto de cada persona, hay varios factores que dan lugar a un comportamiento como este, pero entre ellos está la excitación por comprar o la evasión. “Al fin y al cabo detrás de todo esto existe un problema de control de impulsos”, recalca Hurtado.

García apunta a que la detección de este trastorno se da por sus consecuencias endeudamientos, arrepentimientos después de hacerlo, fuerte malestar, ansiedad y la casa con muchas cosas inservibles o no necesarias.

Dentro del tratamiento que recomiendan los especialistas a personas con este trastorno está la terapia psicológica y cognitiva para tratar ver las consecuencias y rebatir los motivos que hacen la compra, pero también la exposición controlada a estos estímulos una vez se avance con el tratamiento.

Para que la persona tenga la capacidad de ir por la calle viendo tiendas o centros comerciales y ser capaz de frenar su impulso a querer comprar”, explica Hurtado.

El listado de cosas a comprar te facilita no caer en el clima que ellos han fabricado para ti
Sergio García, psicólogo

En el periodo de rebajas, según indica la psicóloga, la persona “puede pensar de antemano si realmente necesita comprar o nos estamos dejando llevar por el deseo de tener algo que realmente es imprescindible y por las campañas de publicidad”. Además, apunta a recapitular de qué dinero se dispone o cuánta cantidad para evitar gastos innecesarios.

García señala que llevar un listado de lo que se necesita y ceñirse a eso puede ayudar a evitar las recaídas. “El mercado quiere someterte a una experiencia para seducirte y que compres, te ponen música alegre, rítmica y te hacen creer que te han generado una necesidad con un nuevo producto. El listado de cosas a comprar te facilita no caer en el clima que ellos han fabricado para ti, y te hacen más persistente en la idea de comprar lo decidido previamente”, detalla.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es