A Putin se le revuelve el patio trasero

A Putin se le revuelve el patio trasero

Los georgianos exigen por tercera jornada consecutiva desechar la ley de agentes extranjeros, un calco de la rusa. 

Protesta, ayer, en las calles de Tbilisi.Mirian Meladze / Anadolu via Getty Images

Nuevas protestas contra una ley de seguridad de inspiración rusa están agitando a Georgia, una nación pequeña pero estratégicamente ubicada en el Cáucaso Meridional. Todo, mientras lucha por trazar un camino estratégico entre su enorme vecino del norte y sus propias ambiciones euroatlánticas, desde el mar Negro. 

Varios miles de georgianos se congregaron este miércoles por tercera vez consecutiva frente a la sede del Parlamento para exigir al Legislativo que deseche el proyecto conocido como ley de agentes extranjeros, promovido por el partido gobernante Sueño Georgiano y aprobado en primera lectura.

"Por tercer día continúan las protestas dignas contra la ley rusa", escribió en la red social X la presidenta georgiana, Salomé Zurabishvili, quien volvió a apoyar las protestas.

Los manifestantes salieron a la calle nuevamente en la céntrica avenida Rustaveli de la capital de Georgia, entre gritos de "¡No a la ley rusa!" y "¡Sí a Europa, No a Rusia!" y banderas de la Unión Europea y Georgia.

Los opositores, la mayoría jóvenes, exigieron al Parlamento retirar el proyecto de ley antes de las 23.00 hora local (dos horas por delante de Madrid), aunque no han dejado en claro su plan de acciones en caso de que esto no suceda.

A diferencia de las anteriores jornadas, frente al Parlamento hay mucha menos policía, lo que motivó a uno de los líderes del opositor Movimiento Nacional Unido, Gueorgui Baramidze a alertar sobre la posibilidad de una provocación.

El Parlamento de Georgia aprobó este miércoles en primera lectura la polémica ley con 83 votos a favor, de los 76 necesarias.

Zurabishvili señaló que "de un lado está el pueblo de Georgia, del otro, 83 diputados que votaron contra nuestro futuro europeo. ¡El pueblo siempre vence!". A diferencia de la mandataria, el primer ministro de Georgia, Irakli Kobajidze, defendió hoy el polémico proyecto de ley de agentes extranjeros, que ha suscitado masivas protestas en el país y fue criticado por la Unión Europea, al que calificó de verdaderamente "georgiano y europeo".

"No cambiaremos nuestra decisión de aprobar esta ley. Somos un Estado pequeño pero independiente y orgulloso y no daremos derecho a nadie a darnos indicaciones sin argumentos", afirmó en rueda de prensa en la sede del Gobierno.

Señaló que "los detractores de este proyecto de ley no tienen ni un solo argumento". "En realidad esta ley es justamente europea, ya que se basa en los principales valores europeos, la transparencia y rendición de cuentas", indicó.

Además, recalcó que "a la vez esta ley es georgiana, ya que defiende el principal principio del Estado, la soberanía nacional de Georgia".

Según las leyes georgianas, tras su aprobación en primera lectura, el proyecto de ley vuelve a las correspondientes comisiones parlamentarias tras lo cual podría volver al Parlamento a mediados de mayo.

La ley de registro de agentes extranjeros requeriría que las organizaciones que reciben más del 20% de su financiación del extranjero se registren como "agentes de influencia extranjera" o se enfrenten a multas. Los defensores de una futura membresía de Georgia en la Unión Europea temen que el proyecto de ley socave el tortuoso intento de adhesión del país. 

Infiltrados
Un proyecto de Ikea

A la norma se la conoce coloquialmente como "la ley rusa", dadas sus similitudes con un proyecto de ley de 2012 que el Kremlin del presidente Vladimir Putin utilizó para reprimir la disidencia. El partido gobernante Sueño Georgiano, ampliamente considerado alineado con Moscú, intentó por primera vez aprobar la legislación en la primavera de 2023, pero se vio obligado a retirarla ante protestas masivas.