La Casa Blanca dice que sigue trabajando duro para que Israel y Hamás lleguen a un acuerdo

La Casa Blanca dice que sigue trabajando duro para que Israel y Hamás lleguen a un acuerdo

EE UU, Israel y Hamás negocian entregar rehenes y la posibilidad de parar el conflicto, según 'The Washington Post'.

Una visión general de Gaza que muestra edificios destruidos durante los bombardeos israelíes, en medio del conflicto en curso entre Israel y el grupo palestino Hamás.Ilia Yefimovich/picture alliance via Getty Images

Israel y Hamás están en plenas negociaciones para cerrar un acuerdo en el que se liberen decenas de rehenes a cambio de cinco días de pausa en los bombardeos de Gaza, según ha publicado este sábado el periódico The Washington Post.

La última información que ha llegado es por parte de La Casa Blanca, que actúa como intermediaria en el conflicto. El mensaje lo ha trasladado la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, este domingo, a través de la red social X: "Aún no hemos llegado a un acuerdo, pero seguimos trabajando duro para llegar a un acuerdo".

El acuerdo, mediado por Catar, podría ponerse en marcha en los próximos días, permitiendo la salida de niños y mujeres secuestrados por el grupo islamista y la primera pausa sostenida de la ofensiva israelí en el enclave desde el inicio de la guerra, según Europa Press. 

Además, facilitaría la entrada de ayuda humanitaria por el paso de Rafah, en la frontera entre la franja y Gaza.

El pacto fue plasmado en un documento de seis páginas y prevé la vigilancia aérea para monitorear su cumplimiento, añadió el rotativo estadounidense.

La guerra fue desatada el 7 de octubre, cuando milicianos del brazo armado de Hamás se infiltraron en territorio israelí matando a 1.200 personas y secuestrando a más de 240.

Desde entonces, el Ejército israelí ha atacado la Franja de Gaza, controlada por los islamistas de Hamás, por tierra, mar y aire, dejando más de 11.300 muertos y miles de desplazados internos.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este sábado en una columna del mismo Washington Post que le "duele el corazón" por la pérdida de vidas de civiles palestinos, pero volvió a oponerse a un alto el fuego porque considera que sería aprovechado por Hamás para "reconstruir su arsenal de cohetes" y preparar nuevos ataques a Israel.