El lanzacohetes artesanal de Hamás que satura a Israel
A un módico precio.
El histórico ataque e incursión armada de Hamás en territorio israelí ha devuelto a los medios de comunicación las imágenes del sistema de defensa aéreo de Israel, conocido como la 'Cúpula de Hierro', interceptando cohetes y proyectiles lanzados por el grupo armado desde Gaza. Cada vez que detiene uno, el Ministerio de Defensa está invirtiendo unos 100.000 dólares en derribar un proyectil rudimentario que puede costar unos 300 euros.
Según ha recogido TVE en un reportaje, la insurgencia de Hamás dispone de cohetes artesanales como los Qasam, que son mucho más baratos y que han demostrado que pueden saturar las defensas antiaéreas y alcanzar objetivos relativamente lejanos, en Tel Aviv -la capital israelí- o Jerusalén. Su lanzamiento masivo ha puesto a prueba -y en parte ha demostrado su eficacia sobre ella- a la Cúpula de Hierro.
La Cúpula tiene un doble papel vital: el de la detección y rastreo de cohetes y el de aviso, porque al saber hacia dónde va uno del os proyectiles puede lanzar un aviso para que la población se ponga a salvo -Israel cuenta con refugios blindados en las calles y, también, hay orden de edificar reservando siempre una habitación en las casas particulares como shelter, revestida de chapas protectoras, con puerta y ventanas especiales-. Obviamente, con esa sensibilidad, también detecta aviones, helicópteros o drones, lo que sea.
A 70 kilómetros
El sistema detecta proyectiles que son lanzados en un rango de cuatro a 70 kilómetros y responde disparando un misil Tamir que intercepta los cohetes entrantes en el territorio israelí. Acelera la respuesta ante cohetes lanzados a muy corta distancia, porque obviamente la diana está más cerca y hay menos margen de maniobra, son más urgentes, y se compone de cuatro niveles o anillos que se engarzan y complementan para que la defensa sea mejor: la Cúpula de Hierro propiamente dicha ("Iron Dome"), la Honda de David, y los sistemas Arrow 2 y 3.
