Estas son las cinco serpientes más venenosas en España

Estas son las cinco serpientes más venenosas en España

Y no querrás encontrártelas. 

Ejemplar de 'Vipera aspis'.DEA / G. ROLI/De Agostini via Getty Images

España no tiene fama de contar con una fauna especialmente letal, si bien hay casos de contactos con animales salvajes en su ecosistema que pueden jugar una mala pasada o susto. En materia de especies venenosas, existen distintos animales e insectos a tener en cuenta, por ejemplo, las serpientes.

En el territorio español hay al menos cinco variedades de serpientes venenosas a tener muy en cuenta. En este sentido, el portal Experto Animal publica un listado pormenorizado de ellas en el que la Vipera aspid pirenáica, popularmente conocida como la víbora de los Pirineos, se erige con la primera.

1- La víbora de los Pirineos

No sólo es la de mayor tamaño que se puede hallar en España, también es la que cuenta con el veneno más letal. Con una longitud que puede llegar a los 85 centímetros, la Vipera aspid pirenáica puede ser identificada por cabeza triangular y el hocico ligeramente alzado. Además, la parte superior del iris del ojo de este reptil es más clara que la de abajo, otra forma de reconocerla -si tienes distancia adecuada o ganas de correr ese riesgo-.

Estas serpientes se localizan en el área nororiental de España, desde Cataluña hasta Cantabria, y con mayor intensidad en los hábitats alpinos -por ejemplo, en el sur de Italia también hay una variante de esta víbora-. Con todo, como cualquier serpiente puede ser hallada en bosques, matorrales y terrenos que estén expuestos al sol.

Su comportamiento es huidizo y con mayor frecuencia optará por evitar un enfrentamiento. No obstante, como cualquier animal, si ve amenazado su territorio o su integridad física o simplemente ha sido sorprendido, atacará mediante mordedura, que es como transmite su veneno.

2- La víbora cantábrica ('Vipera seoanei')

Una de las víboras más clásicas de la península Ibérica se halla en la cornisa cantábrica. Puede ser hallada desde el Norte de Portugal y Galicia hasta Navarra y Burgos. Con una longitud de unos 60 centímetros, un tamaño medio, destaca por abanico de colorido y su gran cabeza cuadrangular. Hay ejemplares con o sin bandas dorsales y en distintas gamas cromáticas que van desde tonalidades rojizas, pardas, grises claros u oscuros.

Su veneno es de menor letalidad que la anterior, pero puede causar la muerte si no se recibe atención médica de forma inmediata.

3- La víbora hocicuda de la Península Ibérica

Bajo el nombre técnico de Vipera latastei se halla una de las variedades más mítica de la península Ibérica, la víbora hocicuda.  Su ubicación comprende toda la península, con la excepción de las áreas de las anteriores, es decir, los Pirineos y la cordillera cantábrica. Suelen ser vistas en matorrales, bosques, pastos, muros de piedra y regiones rocosas, también a altitud mediana (unos mil metros sobre la superficie del mar). 

Aunque ostenta el récord de ser la serpiente venenosa con mayor interacción -y, lógicamente, mordeduras- con el ser humano, su veneno es el menos mortífero de las cinco recopiladas. Hace honor a su nombre, y su cabeza tiene una forma muy particular con el hocico ligeramente levantado.

4- La culebra bastarda

No es un capítulo de Juego de Tronos. La culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), o serpiente de Montpellier, es la más grande del continente europeo (2,5 metros de longitud) y su presencia en España también es una realidad en campos abiertos y terrenos soleados o matorral. 

Es conocida por no dudar en atacar si siente cualquier tipo de amenaza. Lo hace mediante mordedura, pero con una afortunada característica para el ser humano que se la encuentra por sorpresa. Tiene dificultades para inyectar el veneno, puesto que los colmillos se localizan en la región posterior del paladar. Con todo, si te muerde tienes que recibir atención médica de forma inmediata y no dejar margen alguno a la duda.

5- Culebra cogulla

La pequeña culebra cogulla (Macroprotodon cucullatus) tan solo tiene entre 30 y 40 centímetros de longitud y acusa similar problemática que la anterior a la hora de inyectar su veneno. Localizada en el sur peninsular y norte de Marruecos -sobre todo en zonas arenosas y pedregosas, pero también en bosques-, es raro que se registren ataques a humano por su propia conducta.

Con un temperamento escurridizo y una actividad fundamentalmente nocturna, la culebra cogulla tiene una boca muy pequeña que impide que pueda morder efectivamente a presas o rivales de mayor tamaño. Es considerada, dentro de las venenosas, como una de las que menos en España.