El día que Sinéad O'Connor rompió una foto del Papa y dejó muda a la televisión

El día que Sinéad O'Connor rompió una foto del Papa y dejó muda a la televisión

El incidente marcó un antes y un después en su carrera. 

Sinéad O'Connor, en su aparición en SNL en 1992YOUTUBE

Después de una vida marcada por las dificultades y la polémica, la reconocida cantautora irlandesa Sinéad O'Connor ha fallecido este miércoles a los 56 años, un año y medio después de la muerte de uno de sus hijos, en edad adolescente. 

La cantante alcanzó el éxito en 1990 con su sencillo Nothing compares 2 u, que arrasó en las listas y conquistó a la crítica. La irlandesa aprovechó esa fama para hacer sus reivindicaciones y dos años más tarde, en 1992, dejó muda a la televisión estadounidense con una escena que marcó un antes y un después en su carrera. 

O'Connor era una de las invitadas de Saturday Night Live, uno de los programas icónicos de la televisión americana, interpretando una versión a capela de War de Bob Marley. Hacia el final de la actuación, la artista colocó de frente a la cámara una fotografía del papa Juan Pablo II y la rompió en mil pedazos exclamando: "Luchad contra el verdadero enemigo".

El programa, que se emitía en directo, se quedó en un silencio sepulcral y la reacción en los días posteriores fue inmediata. Cientos de llamadas, portadas de revistas y titulares de periódicos contra O'Connor por protestar contra los abusos de la iglesia católica. Hasta Madonna, difícil de escandalizar, defendió que las reivindicaciones podían hacerse de otra forma. 

La cantante llegó a ser abucheada en un concierto en Nueva York después del incidente sin que apenas nadie se pusiera de su parte y se vio obligada a cancelar su gira por Estados Unidos. Sus discos se destrozaban en las calles con apisonadoras

"Querido quien seas, mi nombre es Sinéad O’Connor. Soy una mujer irlandesa. Soy una niña de la que abusaron. La única razón por la que abrí la boca para cantar fue para poder contar mi historia y para asegurarme de que alguien la escucharía", se defendió entonces en un comunicado, aunque su carrera ya había quedado marcada y condenada para siempre. 

Años después, la irlandesa pidió perdón al Papa en una entrevista con un medio italiano pero posteriormente aseguró que no cambiaría nada de esa actuación que condenó su carrera musical al ostracismo.