Una nueva enfermedad se alía con las "muertes por desesperación" para estancar la esperanza de vida en EEUU

Una nueva enfermedad se alía con las "muertes por desesperación" para estancar la esperanza de vida en EEUU

En 2019 la media se situaba en 79 años, algo inferior a otros países desarrollados.

Salud cardiovascular.Getty Images

La esperanza de vida en Estados Unidos está estancada. En el año 2019, los recién nacidos contaban con una media de 79 años de vida. Pero esta cifra lleva parada desde hace mucho tiempo y uno de los motivos son las muertes por desesperación. 

Las muertes por desesperación, que ya estaban lastrando la esperanza de vida en Estados Unidos, son las sobredosis de drogas, el abuso del alcohol o los suicidios. Sin embargo, a ellas se une otro factor: las enfermedades crónicas, principalmente las cardíacas. 

Los infartos cardíacos y los accidentes cerebrovasculares son los que más impacto han tenido en la esperanza de vida en Estados Unidos. Sobre todo desde 2010. "Descubrimos una disminución lenta en la tasa de muerte relacionada con el corazón que superó el aumento en las muertes relacionadas con drogas", según Leah Abrams, profesora de la Universidad de Tufts en Medford, Massachusetts.

Y la causa de que hayan aumentado estas enfermedades crónicas son algunos factores de riesgo como la obesidad y la inactividad física, la dificultad para acceder a alimentos saludables y viviendas estables, o el sistema de atención médico. Pero también influyen la soledad y el aislamiento social que viven algunos estadounidenses. 

Diferencia con otros países

Los estadounidenses tienen una tasa de esperanza de vida más baja que otros países desarrollados. En algunos como Canadá, Japón y la mayoría de Europa disfrutan de más años de vida, y se debe a la atención médica universal. 

En Estados Unidos solo pueden disfrutar de sanidad las personas que tienen contratado un seguro médico que les cubra todo lo necesario. Y no son muchas personas las que gozan de este privilegio. Además, hay que tener en cuenta que hay estados en los que hay menos de un médico por cada 3.500 residentes.