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El hundimiento del 'Titanic español'

El hundimiento del 'Titanic español'

El hundimiento del Príncipe de Asturias en 1916, el buque insignia de la marina mercante española, un lujoso transatlántico de 140 metros de eslora fabricado en los astilleros escoceses de Glasgow que tenía la Russel and Company, podría ser una metáfora de algunos acontecimientos políticos, económicos y sociales que ocurren ahora, cien años después.
Cosas de cabras

Cosas de cabras

Cuando las cabras andan por los riscos, a veces suceden cosas indeseadas. Hay playas en Lefkada de un azul apabullante, de cantos pulidos, redondos y blancos en la orilla, donde se puede correr un peligro inimaginable. Si no eres precavido, el traspiés de una presurosa cabra, saltando de mata en mata, puede acabar con tu vida.
¡Chsssssss! ¡Que no oigo nada!

¡Chsssssss! ¡Que no oigo nada!

El silencio del mar desaparece a causa de la exploración sísmica que es necesaria para realizar mapas geológicos del subsuelo marino y saber si hay o no hidrocarburos, algo que se realiza con barcos provistos con cañones de aire comprimido que emiten sonidos muy elevados que atraviesan el agua y el subsuelo y rebotan hacia la superficie.
Barcos y barcas

Barcos y barcas

si hay un lugar donde una barca alcanza solemnidad y trascendencia es en Grecia. Una visita no es completa si no se acerca uno a un puerto de "barculas", lindas, en fila, bailando al compás de las salidas y entradas de barcos de más importancia y enseñando sus proas descaradas con el emblema esculpido de su nombre.
Una 'bonita' reunión

Una 'bonita' reunión

Qué guapo se veía el puerto aquella mañana de viento suavecito, las banderas pintando, todo limpísimo y reluciente. Guapos también los morenos navegantes, paseaban por el pantalán arriba y abajo, luciendo sus polos de colores, zapatos de colores, viseras de colores, gafas de colores.