Viscarret ha conseguido esa especie de milagro, cada vez menos frecuente en cine, consistente en trascender lo cotidiano para convertirlo en universal.
El verdadero misterio humano es inefable. Solo puede ser revelado y, como le ocurrió a San Pablo, hacer que el público se caiga del caballo, perdón, de la butaca.
El palacio de la Aljafería se construyó cuando la ciudad era conocida como Medina Albaida -la ciudad blanca- y era la capital de uno de los reinos de taifas musulmanes.
Muchos más viajes en ‘Falcon’ y ‘Airbus’ hacen falta para limar asperezas donde surjan. El secreto siempre acompaña a los éxitos en la resolución de conflictos.
La última vez que Pablo Milanés acudió a un estudio fue para poner la voz a una nueva grabación de 'Cuanto gané, cuanto perdí', incluida ahora en un disco homenaje que explora la relación entre la salsa y el cantautor cubano.