Tras dos años de guerra, el desgaste se deja notar, pero el poderío militar ruso y su industria de defensa a pleno rendimiento aún le permite llevar la iniciativa.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, defiende la calidad del material que se ha suministrado al país invadido y alerta del riesgo de que Putin ataque un país OTAN.
Los primeros Abrams, autorizados por Estados Unidos, llegaron en septiembre. En ellos se confía para cambiar el rumbo de la guerra terrestre, pero tiene sus contras.