Un biólogo resuelve la razón del avistamiento de un tiburón blanco en España

Un biólogo resuelve la razón del avistamiento de un tiburón blanco en España

Y aclara que solo ha habido dos ataques en 400 años. 

Un tiburón blanco en pleno proceso de rehidratación.Stephen Frink

¿A quién no le gusta ir a la playa? Hay gente para todo, incluso a quien no le guste. Sin embargo, aquellos que van a disfrutar con más o menos voluntad del oleaje marino y un relajante baño de sol seguramente lo último que quieran sea encontrarse con un tiburón que les incordie el chapuzón.

De hecho, si además el escualo es el tan afamado Tiburón Blanco, pues es normal que el agobio gane decibelios. Ese extremo ocurrió sin ir más lejos el pasado mes de julio en A Coruña. Pero, ¿por qué aparecen ahora estos animales en nuestras costas? El biólogo y usuario de Tik Tok, marioeldewonderfulworld, lo ha aclarado brevemente en un vídeo en la red social china.

Para empezar, este tiktoker explica que hay que distinguir entre los avistamientos, como el del Tiburón Blanco de A Coruña, y otros avistamientos de tiburones Tintoreras que se vieron en las costas mediterráneas también recientemente.

Para empezar, estos últimos son "inofensivos", al igual que el Tiburón Blanco, el cual carga con el San Benito que Hollywood y Spielberg le han colgado, una reputación difícil de desmontar. Los tintorera, además, son una especie que prefiere las aguas frías, por lo que su aparición en las playas mediterráneas se debe a que el Mediterráneo ha registrado altas temperaturas. Este extremo habría llevado a las tintoreras a desplazarse hacia zonas más frías, y en esa travesía las corrientes podrían haberlos arrastrado hasta las inmediaciones del litoral. Pero no van allí a comer, tranquilidad.

En el caso del Tiburón Blanco, su aparición puede deberse principalmente también a las corrientes, y su aparición obedecería además a un debilitamiento debido a un sobreesfuerzo que los llevaría a aguas más tranquilas para descansar. El biólogo insiste en que estos tiburones no implican un riesgo importante para los humanos, y refuerza su argumento afirmando que en España solo se han registrado dos ataques en 400 años, y ninguno de los dos supuso la muerte de la víctima.