Ayuso y la familia: la doble vara de medir y el y tú más cuando el afectado es de otro partido político

Ayuso y la familia: la doble vara de medir y el y tú más cuando el afectado es de otro partido político

Isabel Díaz Ayuso y el Partido Popular exigían dimisiones cuando los familiares señalados por algún caso eran del PSOE.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.Enric Fontcuberta

La cosa va de familia y la disputa, sobre cómo cada uno procede ante actuaciones indebidas, inmorales o ilegales de su entorno. Esta mañana, en la Sesión de Control al Gobierno, Pedro Sánchez, pidió “coherencia” al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, solicitándole que exigiese la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al igual que hicieron, según el presidente del Gobierno, con María Gámez, la exdirectora de la Guardia Civil.

¿Hay dobles varas de medir en función del color político de quien tiene un familiar señalado?

María Gámez, “para proteger” a su "familia y a la Guardia Civil", dimitió pocas horas después de que su marido, Juan Carlos Martínez, recibiera una notificación judicial para declarar como investigado en una de las piezas del caso ERE por blanqueo, malversación y prevaricación. La causa se anuló por un defecto formal en el proceso.

Entonces, el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, señaló que la decisión de Gámez fue un ejemplo de “los altos estándares de profilaxis democrática que practica el Gobierno”.

Sobre aquel asunto, Feijóo sembró la duda asegurando que desconocían si Gámez había dimitido “porque los negocios de su marido, parece ser que en términos de gananciales con ella, les permitían tener una vida bastante intensa en lo que se refiere a capacidades adquisitivas”.

Ayuso también se pronunció sobre Gámez, tiempo después, cuando fue reconocida con la Orden del Mérito del Instituto Armado: “Lo siguiente es otorgar la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica a Carles Puigdemont”, escribió en su cuenta en la red social X.

Otra de las personas que recibió la atención del Partido Popular por los hechos imputados a su marido fue Mónica Oltra, de quien Ayuso llegó a decir: “Estamos hablando de una mujer supuestamente feminista que no solo ha amparado y ha escondido el abuso a una menor tutelada, [...] sino que además urdieron un plan para dejar a la víctima arrinconada y señalada como la verdadera culpable, a una menor que había sido, incluso, prostituida por su marido”.

La presidenta de la Comunidad de Madrid también se preguntó “qué mujer ampara que su marido esté prostituyendo a una menor que está tutelada por él mismo y permite que se cree una trama para dejarla a los pies de los caballos”. “Si finalmente es imputada es recomendable que dimita y no solo por una cuestión de no afectar a la imagen de su Gobierno sino también por coherencia”, pidió Ayuso.

Aunque finalmente se archivó su causa, Oltra dimitió de sus cargos cinco días después de que la investigara por el caso que señalaba a su marido.

Pero si hay algún familiar, además del novio de Isabel Díaz Ayuso, que estos días ha acaparado la atención de la oposición, es Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez.

Aunque este martes Miguel Tellado, portavoz del PP, tildó de “lamentable traspasar la barrera personal” para no hablar del caso que afecta a Alberto González, pareja de Ayuso, en las últimas semanas miembros de su partido no han tenido inconvenientes en apuntar a la mujer del presidente.

Lo hizo el propio Feijóo: “Desde luego huele mal. Deberíamos, al menos, denominarlo un presunto conflicto de intereses”.

El presidente del PP también lidió hace un tiempo con un asunto que afectaba a su hermana, Micaela Núñez Feijóo, directora territorial para el noroeste de la empresa Eulen, que según reveló Público.es, “recibió adjudicaciones récord de la Xunta antes de ascenderla”.

Muy pocos días antes de que Feijóo asumiera la Presidencia del Partido Popular, su formación vetó una comisión en el Parlamento gallego para revisar las contrataciones de la Xunta de Galicia al grupo Eulen.

Sobre el caso, el líder del PP dijo que “en esa empresa trabajan 80.000 empleados en 15 países” y cierran “contratos con todo tipo de administraciones de distintos colores políticos”. “A partir de ahí”, se defendió, “quien quiera difamar que difame, por supuesto, y que siga difamando”.