La 'flor' de Pedro Sánchez: cómo se le allana el camino al líder del PSOE pese a las dificultades

La 'flor' de Pedro Sánchez: cómo se le allana el camino al líder del PSOE pese a las dificultades

En mayo convocó elecciones tras la debacle en las autonómicas y municipales. Hoy, en un escenario complejo, avanza hacia la investidura.

Pedro Sánchez, con un ramo de flores.GTRES

Quién se lo iba a decir a Pedro Sánchez cuando, al día siguiente de las elecciones del 28 de mayo, anunció desde el Palacio de La Moncloa que convocaba elecciones generales para finales de julio. 

Lo hacía para obtener "una clarificación sobre la voluntad de los españoles y españolas sobre las políticas que debe aplicar el gobierno de la nación y sobre las fuerzas políticas que deben liderar esta fase".

Tras una campaña muy intensa, en la que el candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, fue claramente de más a menos, la noche electoral dejó un resultado que sorprendió a todos, empezando por la demoscopia. 

El PP ganaba las elecciones, sí, pero no obtenía la mayoría que esperaba con la extrema derecha y el escenario de una posible reedición del gobierno de coalición de izquierdas era posible.

Sánchez aguantaba, volvía a resistir. Una vez más. 121 escaños, uno más que en las últimas elecciones. También más votos. Y su principal rival, sin los apoyos suficientes. 

Pese a su empeño, pasado mes y medio del 23 de julio Feijóo apenas cuenta con sus votos (137), los de Vox (33), el de UPN y el de Coalición Canaria. 172 insuficientes apoyos para los 176 que suponen la mayoría en el Congreso. 

Una insuficiencia de 'síes' que se hace palpable en la elección de la Mesa del Congreso, para la que el PP se queda con tan sólo 139 votos, ya que la ultraderecha se desmarca al no conseguir que los de Feijóo les garanticen un puesto en este órgano de la cámara baja. 

  Cuca Gamarra y Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso.EFE

Pero el líder del PP, lejos de resistirse, insiste en presentarse a la investidura. No quieren hacer en Génova como hizo Inés Arrimadas en Cataluña, cuando ganó las elecciones pero, ante la evidencia de no sumar mayoría para gobernar, decidió no presentarse a la investidura. 

Así que el presidente de los 'populares' acude a Zarzuela a entrevistarse con el rey Felipe VI dentro de las consultas para que el monarca proponga candidato con la idea de ser él el designado. Así se lo expresa al jefe del Estado, argumentando que es él y no Sánchez el ganador de las elecciones, y que la tradición manda que sea el ganador el candidato.

El rey accede y es Feijóo el propuesto. Francina Armengol, presidenta del Congreso, fija la fecha del debate de investidura: le da un mes al líder del PP para reunir los apoyos. Pero, en realidad, ese tiempo también se lo estaba dando a Pedro Sánchez. 

  Felipe VI y Feijóo, en Zarzuela.EFE

Un golpe más de suerte política para el dirigente socialista. Porque el presidente en funciones y líder del PSOE necesita de esta magnitud, el tiempo, para negociar con el sorprendente actor clave tras los comicios del 23 de julio: Junts. Y, más concretamente, con su líder oficioso, Carles Puigdemont.

El expresidente catalán, en Bélgica desde que proclamara la declaración unilateral de independencia (DUI) en 2017, planteó esta semana sus exigencias para quien quiera los siete votos de su formación, fundamentales para decantar la balanza en el Congreso. 

Lo hizo rebajando bastante el tono para como había empezado antes de la campaña, cuando un 15 de julio dijo esto en una entrevista con el diario Ara: "Pedro Sánchez no será presidente con los votos de Junts. No puede serlo, por muchas razones, pero le diré una muy clara: Pedro Sánchez miente e incumple. Y como ya lo ha hecho varias veces, ¿exactamente qué incentivo tenemos nosotros para hacer presidente a un mentiroso y un incumplidor?".

Y también rebajando las exigencias, porque la autodeterminación no apareció en el discurso del expresidente catalán. Sí la amnistía, una condición que podría llevarse a cabo, según estudian desde el PSOE y según afirman categóricamente desde Sumar. 

Las otras dos condiciones de Puigdemont eran crear la figura de un mediador para que revise el cumplimiento de los acuerdos negociados y el reconocimiento efectivo del independentismo como actor político. 

Todo parece asumible, observando lo que pedía esta formación hace apenas unos años. "Si hubiera empezado referéndum o referéndum, una de las cosas que se decían en el 2017, no habría negociación posible", expresó Jaume Asens, negociador de Sumar, esta semana. "Hay un cierto pragmatismo o voluntad para llegar a acuerdos. Podía haber dicho referéndum o referéndum y no habría acuerdo posible", insistió.

Desde el PSOE mantienen que el marco en el que se negociará esta posible amnistía será la Constitución y que, eso sí, será el Tribunal Constitucional quien decida si tiene encaje en la Carta Magna o no. 

Si logran convencer a Puigdemont para que les dé sus votos, podría ser este el último golpe de suerte de Pedro Sánchez. Un hombre con capacidad de resistencia, sí, pero también con eso que algunos llaman 'flor'. 

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Jefe de Política de El HuffPost