Sánchez se sienta por primera vez con Bildu

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, se ha reunido este viernes con los portavoces de EH Bildu en el Congreso y el Senado, Mertxe Aizpurúa y Gorka Elejabarrieta, dentro de su ronda de consultas previa al debate de investidura. Es la primera vez que el socialista negocia directamente con representantes de la formación abertzale y la primera ocasión también en la que un presidente de gobierno 'se hace la foto' con ellos.

Para este encuentro, Sánchez se ha hecho acompañar de la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero y el secretario de Organización y diputado por Navarra, Santos Cerdán. Montero ya estuvo presente en las reuniones previas con el portavoz de Bildu, Aitor Esteban; y el de ERC, Gabriel Rufián. 

En la anterior legislatura, los contactos para su investidura los protagonizó la entonces portavoz del grupo socialista en el Congreso, Adriana Lastra. Una foto que ya fue duramente criticada por PP y Vox. En la votación de investidura, Bildu se acabó absteniendo.

Curiosamente, en esta ocasión, los votos de Bildu son los únicos que Sánchez puede dar por seguros para revalidar su cargo de presidente del Gobierno.  Aizpurua ha trasladado al candidato su apoyo en la investidura para "frenar a las derechas reaccionarias", pero le ha pedido "ambición" para seguir avanzando en políticas sociales y laborales así como abrir "un debate en torno a la plurinacionalidad del Estado" y los "derechos nacionales" del pueblo vasco.

Así lo ha explicado Bildu a través de una nota de prensa en la que los independentistas dejan claro que "no especula ni especulará respecto a su posición en este momento crucial" y ya que, "por encima de siglas políticas, la inmensa mayoría del pueblo vasco envió un mandato claro: no permitir que el bloque reaccionario, liderado por PP-VOX, conformara gobierno".

"Esta nueva etapa", añaden, debe servir para "profundizar en la ampliación de los derechos sociales y económicos" de los trabajadores vascos y del resto del país, para "consolidar políticas que fomenten la paz y la convivencia democrática" en Euskadi y para abrir "un debate en torno a la plurinacionalidad del Estado" y "los derechos nacionales" de los vascos.