Australia prohíbe las famosas encimeras de cocina españolas

Australia prohíbe las famosas encimeras de cocina españolas

Dado el incremento de trabajadores afectados por la silicosis.  

Una cocina equipada.Getty Images

Australia ha prohibido este miércoles las encimeras de piedra artificial como las de aglomerados de cuarzo. Las empresas más afectadas dentro del país Austral serán la israelí Ceasarstone y Cosentino, la multinacional fabricante del Silestone con sede en Cantoria (Almería). 

La causa principal de la prohibición se debe a la recomendación emitida hace un mes por Safe Work Australia, la agencia de seguridad en el trabajo, que ha concluido que el aumento “drástico” de la silicosis en los trabajadores australianos está relacionado con la fabricación, el corte y el manipulado de las encimeras de piedra artificial, según elDiarario.es. 

Pese a que el uso cotidiano no afecta a los consumidores, el acuerdo también prohíbe la instalación o la importación de este material, y será efectivo a partir del próximo 1 de julio. Sin embargo, habrá una excepción, se podrán retirar, reparar o hacer pequeñas modificaciones en las encimeras ya instaladas.

Los ministros de Salud y Seguridad Laboral de los seis Estados australianos, han tomado la decisión por unanimidad dado el aumento “sustancial” de la silicosis y enfermedades relacionadas, “con un número desproporcionado de diagnósticos” entre quienes trabajan con piedra artificial. Los ministros han subrayado que “no existe evidencia científica de un umbral seguro de contenido de sílice cristalina”.

Este país ha sido el primero en restringir absolutamente el producto, aunque el producto también está afectando sobremanera a otras naciones como Estados Unidos o Reino Unido. 

España también ha sufrido la epidemia de la silicosis por los aglomerados de cuarzo. Al menos 1.856 trabajadores, contabilizados desde 2007 a 2019, se han visto afectados, aun así se estima que el número es mayor.

La multinacional Cosentino ha explicado que las autoridades australianas "se centran en un solo tipo de producto, dejando fuera a otros con una alta cantidad de sílice cristalina". La entidad española facturó 1.711 millones de euros en 2022, de los que el 1,9% (en torno a 32 millones de euros) correspondieron al mercado australiano.

La empresa almeriense puso énfasis en mejorar la seguridad en los entornos laborales, implementando medidas que eviten la generación, dispersión e inhalación de polvo respirable, que es el vehículo que traslada las partículas de sílice cristalina a los pulmones de los trabajadores.

 “Consideramos que una regulación adecuada, que ataque el foco del problema de la seguridad en el centro de trabajo de forma definitiva, es imprescindible, ya que se puede trasladar una falsa imagen de seguridad”, ha indicado la empresa.