Hay caídas que te cuestan un hueso roto y otras valoradas en 1,3 millones de euros.
Yowch es un niño taiwanés de 12 años que se tropezó en el museo Huashan Creative Park y, al caer, se dio de bruces con la pintura Flores, de Paolo Porpora, de 350 años de antigüedad. Al evitar la caída, el chico puso ambas manos —en una, además, llevaba un vaso de refresco— sobre el lienzo, provocándole un agujero de estas dimensiones:
La tabla, de 200 centímetros de altura, fue cedida de forma temporal para la exposición La cara de Leonardo, Imágenes de un genio, compuesta por 50 cuadros de artistas italianos del Renacimiento.
El accidente, que se produjo cuando el chaval realizaba una visita guiada por la exposición acompañado de su madre, obligó a cerrar de forma temporal la entrada al museo el lunes por la mañana.
Por suerte, el chico no tendrá que abonar los costes de la reparación, una cuantía que aún no se ha podido calcular. Los organizadores de la exhibición esperan cubrir los gatos con el seguro y se han comprometido a compensar al dueño del cuadro de Paolo Porpora.
Este es el cuadro de la discordia.