Si piensas que esterilizar el estropajo sirve de algo, estás equivocado

Si piensas que esterilizar el estropajo sirve de algo, estás equivocado

El objeto más sucio de la casa nos da aún más asco ahora.

kittijaroon via Getty Images

Si sabemos algo de los estropajos es que son un hervidero de moho y bacterias. Por desgracia, resulta que limpiarlos no sirve de mucho.

Según un estudio publicado recientemente en la revista Scientific Reports, intentar desinfectar un estropajo metiéndolo en el microondas o hirviéndolo no sirve para reducir el número de bacterias que habitan en él, sino que, en ciertos casos, puede incluso aumentarlas. Esto supone un problema, sobre todo si tenemos en cuenta que un estropajo es la mayor reserva de bacterias activas de una casa; es decir, en un estropajo hay más bacterias que en el váter.

"En estudios anteriores se había demostrado que hervir el estropajo o meterlo en el microondas reducía de forma significativa la carga bacteriana y, por lo tanto, podía considerarse una medida de higiene válida. Sin embargo, según los datos que hemos obtenido, los estropajos esterilizados no contenían menos bacterias que los que no se habían intentado desinfectar", se explica en el nuevo estudio.

Las bacterias resistentes sobreviven al proceso de higienización y vuelven a colonizar rápidamente los nichos que han quedado libres.

Los investigadores también aseguran que estas técnicas especiales para limpiar los estropajos provocan, en ocasiones, el aumento de determinados tipos de bacterias.

"En teoría, las bacterias resistentes sobreviven al proceso de higienización y vuelven a colonizar rápidamente los nichos que han quedado libres hasta alcanzar una abundancia similar a la que había antes del tratamiento", aclara el estudio. "Aunque se necesitó llevar a cabo análisis más exhaustivos —experimentos de esterilización controlada incluidos— para sustentar estas conclusiones, los datos obtenidos permiten afirmar con bastante seguridad que no es recomendable aplicar estas medidas de esterilización a los estropajos", señalan los autores.

Así que, en vez de limpiar un estropajo viejo para intentar salvarlo, los autores del estudio recomiendan tirarlo.

"A largo plazo, estos métodos de desinfección parecen no ser suficientes para reducir de manera eficaz la carga bacteriana de un estropajo y podrían incluso aumentar la cantidad de bacterias relacionadas con la transmisión de enfermedades", concluye el estudio. "Por lo tanto, sugerimos que se cambie el estropajo, por ejemplo, una vez a la semana".

Aun así, existen otras alternativas para fregar los platos, como utilizar un estropajo de silicona, que al no ser poroso no acumula tanta carga bacteriana.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del 'HuffPost' y ha sido traducido del inglés por Lara Eleno Romero.

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