¡Qué perros! (y a mucha honra)
Lo dijo Paul Valéry: "El perro hizo del hombre su dios; si el perro fuera ateo sería perfecto". Hay fotógrafos que sacan el dios que todos los perros llevan dentro... Lástima que no haya premios para este arte perrero, porque conseguir inmortalizar ese instante mágico de un gesto o un gruñido es tremendamente complicado.
Lo dijo Paul Valéry: "El perro hizo del hombre su Dios, si el perro fuera ateo sería perfecto". Hay fotógrafos que sacan el dios que todos los perros llevan dentro... Lástima que no haya premios para este arte perrero, porque conseguir inmortalizar ese instante mágico de un gesto, un salto o un gruñido es tremendamente complicado.
A no ser que estén muy entrenados, por lo general, uno no puede decir: "Fido, no te muevas", "Lola, ¡más a la derecha!", "Roco, ¡levanta un poco más la cabeza" o "Tronco, ¡deja de lamerte!". Eso son cosas de humanos.
Pero hay genios de la fotografía capaces de hacernos creer que sí es posible. Aquí solo van algunos.
Nicolas Wilmouth un alquimista de la luz y la sombra, que evoca a los maestros holandeses y flamencos del XVII.
"Mi objetivo era conseguir retratos similares a los que se hacía la gente de las clases pudientes de esa época. Intentaba provocar un diálogo a través de la mirada y las expresiones de los perros: melancolía, orgullo, preocupación..."
Cuenta la leyenda que hubo una vez que Dios, un tanto decepcionado por haber creado un ser tan indigno como el hombre, abrió en la tierra un abismo para separar a los animales -que no le habían dado motivo de queja- del ser humano. De toda la fauna de la creación, únicamente el perro hizo caso omiso al Poderoso y, pegando un increíble salto sobre el precipicio, se reunió con su amo, su amigo.
Aunque esta es sólo una historia hindú que suena a fantasía, lo cierto es que el perro ha sido compañero del hombre desde hace más de 30.000 años, momento en que concluyó su proceso de domesticación, el cual se inició hace unos 70.000 años, cuando el hombre y las jaurías de lobos competían por alimento y territorio. Con el paso del tiempo estos lazos se han ido estrechando, y la típica frase "el perro es el mejor amigo del hombre" es tan cierta (salvo desafortunadas excepciones) como que "el hombre es el mejor amigo del perro".
Ines Opifanti: una joven fotógrafa alemana afincada en Hamburgo que trabaja como freelance en el mundo editorial. Otro estilo. Con su proyecto The Dog People, los dueños, 34 para ser exactos, intentan mimetizar las expresiones faciales de sus mascotas. Aunque ya se sabe, los amos terminan pareciéndose a sus perros con el paso de los años; ¿o será al revés?
"Las historias están llenas de ejemplos de perros fieles más que de amigos fieles", escribía Alexander Pope. Por lo general son callados (cuando no ladran o están conversadores), confiados, nobles, aventureros, solidarios, incondicionales... Igualitos a sus humanos. Si no es así, es que han pillado el carácter de sus amos. Tener en casa un perro es tener a un fiel confidente: te escuchan, nunca te echarán la bronca y siempre te darán la razón. ¿Se puede pedir más?
"En toda la historia del mundo hay algo que el dinero no ha podido comprar jamás... el movimiento de la cola de un perro". Con esta frase de Josh Billings empieza La Dama y el Vagabundo, la película de Disney. El comediante norteamericano también apuntaba: "El perro es la única criatura de la tierra que te querrá más de lo que tú te amas a ti mismo". En fin, de tal amo, tal astilla.
El suizo Sebastian Magnani riza el rizo (nunca mejor dicho) de este tema. A fuerza de estilismos y peluquería, en su proyecto Underdogs -ocho dípticos bastante extravagantes- plasma lo increíblemente parecidos que son los chuchos y sus dueños. Las imágenes lo dejan claro.
Elke Vogelsang es una fotógrafa alemana que retrata el alma de los perros en toda su frescura, su perrunidad. Su talento la descubrió a ella cuando comenzó a fotografiar a sus propias mascotas como hobby (y lo sigue haciendo). Ahora sus fotografías, en las que no se puede esconder la auténtica personalidad de sus modelos, dan la vuelta al mundo.
"Mi artista favorita es la naturaleza, a la cual trato de imitar mientras añado mi propia visión de la vida, del universo y de todo cuanto hay entre ellos", explica. Y haciendo lo que le gusta, también hace el bien, ya que retrata perritos que están en espera de adopción, con el fin de que con tanta guapura puedan conseguir un hogar.
Otras de las historias sobre perros que bien podrían adaptarse al hombre (sobre todo a España en esta época) cuenta que hubo una vez en la que todos los canes se reunieron para elegir presidente.
La próxima vez que salgas a caminar por ahí, fíjate en cómo los perros olisquean bajo las colas de todos los demás. Buscan un buen candidato, pero siguen sin encontrarlo.
Amparo Garrido, valenciana afincada en Madrid, es una perrera asumida: a sus espaldas lleva las series fotográficas Sobre perros, la mirada y el deseo (1998) y De lo que no puedo hablar (2006), que muestran la soledad, comunicación e introspección a través de las miradas de los animales. "Nada como los perros me ha producido tanta satisfacción", cuenta la fotógrafa que, desde luego, también fotografía otros temas, creando un imaginario propio con imágenes capaces de hacernos imaginar la música que llevarían dentro.
Hace nada, y con el sudor de su terquedad, pudo sacar adelante gracias al crowfunding un hermoso libro sobre perros: Soy tú.
Y, ya para terminar, que esto está muy guauu pero hay que dar sitio a otros temas, limpiamos el asunto con la cuestión "perro al agua", o mejor dicho, perro post-baño. Y encontramos a Carli Davidson. La artista de Portland también ayuda con sus fotografías a los animalitos que buscan un hogar; en ocasiones son casos extremos. Su serie Shake, en la que incluso se ha atrevido con gatos (y eso sí que tiene mucho mérito), salpica.
Ya sabéis, "debidamente entrenado, el hombre puede llegar a ser el mejor amigo del perro". Lo dijo Corey Ford.
Por cierto, este es Humberto, mi perro, y lo he fotografiado yo: @bettilda en Instagram.
Fotografías: cortesía de sus autores. Este post fue publicado originalmente en el blog de la autora