Cuatro razones para poner los adornos de Navidad en noviembre

Cuatro razones para poner los adornos de Navidad en noviembre

Si vas a decorar la casa, no esperes al puente de diciembre para sacar el árbol ni el Belén.

arbol navidadGetty Images

Puede que no quieras poner la decoración navideña este año. Está totalmente justificado. Y puede también que en este 2020 de pandemia e incertidumbre te hayas planteado sacar ya los adornos y saltarte la regla no escrita de esperar al puente de diciembre. Si es así, no eres el único. Adelantar la Navidad es tendencia este año y, según los expertos en psicología, es lógico que se esté haciendo y es además beneficioso para la salud mental.

“Tiene sentido que este año muchas personas quieran empaparse del espíritu navideño antes de lo habitual”, asegura la psicóloga neoyorquina Melissa Robinson-Brown a la edición estadounidense del HuffPost. “La gente echa de menos la felicidad y la alegría. Ha sido un año de dolor y pérdidas. Pérdida de libertad, de tiempo con la familia, de ingresos y de trabajo y pérdida de seres queridos. Por eso hay gente que busca algún tipo de consuelo”.

Este año además muchas tradiciones navideñas penden de un hilo, empezando por el propio sorteo de lotería y pasando por las reuniones de amigos y cenas familiares. Ni siquiera está confirmado que se vaya a poder volver a casa por Navidad. La decoración es una de las pocas formas seguras (y sin riesgo de contagios) de participar de las fiestas.

Para el psicólogo Ryan Howes, autor del libro Mental Health Journal for Men, es un año para dejar a un lado lo que puedan pensar los demás: “Si adelantar la decoración te hace sentir bien, éste es el año para hacerlo. Si quieres empezar a pensar en la temporada navideña en agosto, hazlo y no tengas vergüenza”.

Quien quiera poner el árbol y el Belén en noviembre no sólo debería hacerlo, sino que tendría también que saber que está lleno de beneficios para la salud mental y emocional. Así lo explican varios expertos al HuffPost de EEUU.

Poner el árbol y encender las luces lleva inevitablemente a pensar en nuestra infancia. Esas experiencias positivas pueden servir ahora de consuelo. Decorar temprano significaría que se disfruta de esa sensación durante más tiempo.

“Pensar en imágenes positivas es una forma de combatir el estrés y la ansiedad”, asegura el psicólogo Erlanger Turner, profesor asistente en la Universidad de Pepperdine (Malibú, EEUU). “Por eso decorar la casa puede devolvernos recuerdos y emociones positivas, útiles para fomentar la alegría y prevenir la tristeza”.

También los olores están muy ligados a la memoria. De ahí que sea buena idea encender una vela perfumada que nos lleve a momentos familiares del pasado o comprar un árbol de Navidad natural (siempre que luego no se abandone en un contenedor) para que la casa huela a pino. “Si algo desprende ese tradicional olor navideño, que despierta emociones o recuerdos positivos, ayuda a levantar el ánimo”, asegura la psicóloga Rebecca Leslie.

No hay que ignorar nuestros sentimientos, aunque sean de tristeza, pero eso no significa que la pena, el miedo y la ansiedad se tengan que apoderar de nosotros las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Encontrar formas saludables de dejar de pensar en todo lo que está sucediendo en el mundo puede ser un alivio y una forma de sobrellevar esta situación.

“Es fácil que las personas vivan enganchadas a las noticias, pero no hace otra cosa que aumentar la ansiedad y la tristeza”, apunta el especialista Robinson-Brown. “Decorar sirve como distracción y es además una actividad placentera en la que participar”.

3. Hace que sientas que tienes el control de la situación

Está siendo un año de falta de control. La evolución de la pandemia marca nuestras vidas y prácticamente no se puede hacer ningún plan a medio plazo, lo que en cierto modo provoca una sensación de impotencia. Por eso, para aliviar parte de la ansiedad provocada por 2020, los expertos en salud mental recomiendan centrarse en lo que uno puede controlar. ¿Por qué no hacerlo en la decoración de la casa?

“Si se puede convertir la sala de estar en un país de las maravillas invernal, eso puede dar una sensación de control que no ha estado presente en 2020”, asegura Ryan Howes.

En un año de incertidumbre y miedo, ser positivo ha sido todo un desafío. Con la decoración navideña uno puede soñar despierto con la llegada de buenos tiempos: ver películas navideñas, escuchar música, hornear galletas, pensar en los regalos...  “En este momento en que hay poco que esperar, poca perspectiva, al menos la Navidad y las vacaciones de Navidad pueden tomarse como un cambio en la rutina”, añade Howes.

Que decorar antes de lo habitual sea buena idea no significa que haya que hacerlo, ni siquiera que haya que celebrar la Navidad este año. Para muchas personas, sobre todo sin han perdido a un ser querido, pueden ser unas fiestas especialmente duras. “Si decorar desencadena recuerdos estresantes, decorar antes de lo habitual puede ser una terrible idea”, dice Leslie.

La Navidad puede suponer también un problema para quienes disfrutan habitualmente de ella.“Si la decoración provoca tristeza por no poder estar con la familia durante las fiestas, tener ese sentimiento despierto durante un largo período no será muy beneficioso”, agrega Leslie.

Lo más importante es hacer lo que a cada uno le siente bien, ya sea disfrutar de la Navidad, evitarla por completo o encontrar un punto intermedio.

“Si tiene ganas de saltarte las navidades porque te sientes demasiado agotado o no te reporta alegrías, hazlo”, recomienda Howes. “Si algo positivo se puede sacar de 2020 es que hemos aprendido a ser más conscientes de lo que realmente nos reconforta y de lo que no. Es hora de intentar conseguir lo que más deseamos”.

Este artículo fue publicado originalmente en la edición estadounidense del HuffPost y ha sido adaptado del inglés