El presentador Carlos Sobera visitó el programa El Faro, conducido por Mara Torres en Cadena Ser. Allí hizo un íntimo repaso de su vida, desde su infancia en Barakaldo (Bizkaia) a su éxito como presentador de First Dates (Cuatro).
El vasco quiso también recordar a su padre, al que calificó como un “currela”. “Trabajaba 16 horas al día, primero en la fábrica de relevos y luego como electricista. No se quejaba de nada, tenía una vitalidad y una felicidad increíble”, recordó.
El actor, que recuperará próximamente el programa El precio justo en Telecinco, comparó a su progenitor con Clint Eastwood en su juventud. “Era guapísimo, entiendo que mi madre se enamorara de él”, bromeó. “Tengo que subir alguna vez a redes sociales fotos de él de joven, de cuando estaba en la mili”, enfatizó. “Medía 1,76 era muy delgado, pero de cara muy parecido a Clint Eastwood, guapísimo”, añadió.
Sin embargo, tras la ajetreada vida de su padre, para Sobera no fue nada fácil enfrentarse a que sufriera una enfermedad como el Alzheimer que tampoco le permitió disfrutar del triunfo de su hijo al frente de ¿Quién quiere ser millonario?. “En el 2000 o 2001 ya estaba mal y tenía unos síntomas graves. Yo me fui despidiendo de mi padre poco a poco”, señaló.
“Recuerdo cuando fue el funeral de mi padre, toda mi familia estaba llorando y yo estaba sonriendo, estaba feliz porque cada vez que me iba a casa me despedía de él. Le abrazaba, hablábamos, a veces me entendía, a veces no, pero yo sabía que se me iba a ir”, añadió visiblemente emocionado.
“Sé que cuando murió fue un descanso para él y me alegré porque sus últimos años fueron de sufrimiento. Yo que le había visto en su plenitud, yendo y viniendo, trabajando 16 horas diarias, de repente lo vi paralizado ahí en un sillón sentado... Supe que era una liberación para él”, detalló. “Fui feliz el día de su funeral”, enfatizó.