Diccionario de la guerra de Rusia-Ucrania creado por escritores de Europa y América

Diccionario de la guerra de Rusia-Ucrania creado por escritores de Europa y América

Un atlas linguístico, político y literario que arroja luz sobre este momento de la Historia.

Asombro… Cobardía… Desinformación…. Exilio… Hubris… Locura… Nada… Poder… Tristeza…

Muchas son las palabras, términos o conceptos que sugiere la guerra que ha declarado Vladimir Putin a Ucrania y alrededores. En tiempos así se ve cómo el lenguaje es un organismo vivo, con memoria y con biografía siempre en construcción que trata de buscar su forma para aproximarse a la realidad y reflejarla en su fondo y forma. Pero el verdadero dolor o desconcierto tienden a ser escurridizos a nuestro vocabulario. A veces, la palabras se quedan cortas y necesitan de una narrativa. Necesitan hablar, expresarse.

En este episodio clave de la Historia, más de veinte escritores crean para WMagazín, con apoyo de Endesa, un Diccionario o Atlas lingüístico, político y literario sobre esta página convulsa y tensa escenificada en Ucrania y con consecuencias impredecibles. WMagazín invitó a escritores de habla hispana, sobre todo, y de otros idiomas a elegir una palabra, término o concepto que tratara de atrapar o significar lo que ellos y el mundo viven con la guerra Rusia-Ucrania.

Los escritores, como artesanos de las palabras y el lenguaje que tratan de representar o fijar la realidad o de crear mundos nuevos o de ir más allá de lo visible para los demás, levantan en este Diccionario o Atlas un universo que pone nombre a lo que la humanidad vive, piensa o siente en este momento.

Las siguientes son las palabras elegidas por los escritores, o, caso, las palabras los eligieron a ellos. Detrás, o con cada una de esas letras que las conforman hay análisis, relatos, reflexiones, preguntas, peticiones, historias…

Asombro

Por Philippe Claudel (Francia), su novela más reciente es Inhumanos (Bunker Books):

En la antigüedad, el asombro se refería a las enfermedades que golpeaban a los árboles y eran provocadas por las estrellas. Plinio afirma que hay que tener en cuenta en el fenómeno del asombro la escarcha blanca, la llovizna, el granizo, la ola de calor. Más tarde se pensó que el asombro, aun a través de las estrellas, podía afectar a los hombres y su estado de ánimo. Luego la medicina usó el nombre para nombrar ciertas enfermedades que caían como relámpagos sobre los cuerpos y les daban apariencia de muerte, privándolos de todo movimiento y de toda reacción. Finalmente, como a menudo, nació un significado figurativo que caracteriza una forma absoluta de estupor que impide al individuo pensar y cualquier posibilidad de acción, luego de lo cual sufre una forma repentina de violencia.

Un dictador loco invade Ucrania a principios de 2022.

Me sume en un profundo estado de asombro.

Durante una semana, no puedo ni pensar ni actuar.

Y mi asombro aumenta aún más cuando veo que todo el mundo está estupefacto: que todo el mundo no reacciona. Que nada o casi nada se hace para prevenir al loco. Estamos todos, ciudadanos, estados democráticos, estupefactos.

El mal es fuerte, y el bien tan débil.

Atrapados

Por Gioconda Belli (Nicaragua), su poemario más reciente es El pez rojo que nada en el pecho (Visor):

Vi escrita una frase que me dio risa en su momento: “Paren el mundo que me quiero bajar”. Eso siento estos días. He tenido que dejar Nicaragua porque una pareja de tiranos lleva a cabo una guerra selectiva contra quienes demandamos democracia y que se bajen del poder usurpado. Mi par de tiranos dicen ser “antiimperialistas”, pero han salido en defensa de Putin en la invasión a Ucrania. El guion de estas tiranías es romper las normas que han regido la paz desde la II Guerra Mundial e ignorar a la comunidad internacional. Esa política de no dejar más alternativa que hacerles la guerra produce una sensación de impotencia y desesperación. Uno ve el sufrimiento propio y ajeno y no quiere responder a la guerra con guerra. Los tiranos lo saben y usan el imperativo de la paz que tenemos los demás para salirse con la suya. Nos atrapan en un conflicto ético.

Es perverso: usan la vocación por la paz para permitirse ellos hacer la guerra.

Desgarro

Por Ana Juan (España), artista e ilustradora, su libro más reciente es La vida secreta de los gatos (Lunwerg):

  ‘Desgarro’, ilustración de Ana Juan sobre la guerra de Rusia en Ucrania. /WMagazín‘Desgarro’, ilustración de Ana Juan sobre la guerra de Rusia en Ucrania. /WMagazín

Desinformación

Por Ignacio Jiménez Soler (España), su ensayo más reciente es La nueva desinformación. Veinte ensayos breves contra la manipulación (Universitat Oberta de Catalunya):

La desinformación es un agente desestabilizador. La causa común y original de cualquier proyecto encaminado a romper un estatus quo. Cualquiera que sea. Puede ser el modelo de gobernanza de un país, hacer de lo lógico una anomalía, distorsionar lo ilógico hasta hacerlo popular y admirado por unos y temido por otros o hacer de la desestabilización un permanente modus operandi. Sea lo que fuere, desinformar es la horma perfecta que se adapta y saca partido de las debilidades de un sistema de convivencia, de las carencias puntuales o permanentes de los decisores, de la cada vez más baja cuota de atención y capacidad de comprensión de enormes masas sociales. La guerra en Ucrania se empezó a gestar muchos años antes preparando el terreno a través de técnicas de desinformación masiva que han tenido réplicas en otros casos y en otros países. La desinformación es, con permiso de las armas y las pandemias, el gran enemigo de la democracia en el siglo XXI.

Dpnieper

Por Antonio Colinas (España), su poemario más reciente es En los prados sembrados de ojos (Siruela):

Por el río Dpnieper a contra corriente, hace siglos, el humanismo ascendió hasta Kiev.

Esta noche, por el río Dpnieper no asciende ni desciende la paz hasta las cúpulas doradas de Kiev.

En esta hora tan dramática y tensa.

Furia

Por Clara Usón (España), su libro más reciente es El asesino tímido (Seix Barral):

“Ahora desea superar al rayo. Estar furioso es estar aterrado por el miedo”, escribió Shakespeare en Antonio y Cleopatra. Es la imagen que ofrece Putin, un viejo tirano paranoico que teme a todo y a todos; a la covid, a la democracia, a sus propios ministros, a los que sitúa a veinte metros de distancia. Con sus actos parece decirnos: Haréis bien en temerme, porque yo también me temo, estoy asustado de mi propia sombra.

Héroe

Por Pilar Quintana (Colombia), su libro más reciente es Los abismos (Alfaguara):

Los soldados que las películas nos muestran son hombres valerosos y fuertes. En Matadero cinco, uno de mis libros favoritos, Kurt Vonnegut desmonta esa mentira.Los que van a las guerras de verdad, el propio Vonnegut y sus compañeros de la Segunda Guerra Mundial, lo que mueren, sufren lesiones y se traumatizan, no son más que muchachitos imberbes que deberían estas estudiando en la universidad o saliendo con parejas de su edad. Matadero cinco, o la cruzada de los niños es el título completo de la novela . En los últimso días he visto en redes algunas publicaciones en las que llaman “héroes”  a los que van a la guerra. Yo, en vez de héroes, solo veo esposos, padres, hijas, novias, personas que no tendrían que ir a morir ni matar en nombre de nada.

Intérprete

Por Colm Tóibín (Irlanda), su novela mas reciente es The Magician:

Fue hace treinta años. El joven estaba parado frente a la principal agencia de viajes en Kiev. ¿Necesitas, vaciló y sonrió, necesitas un intérprete? Él era la mejor compañía. Me dijo algo sobre Rusia que siempre ha estado en mi mente. Debido a que hablaba inglés, escuchó las noticias de Chernobyl en las noticias de radio de la BBC. Rápidamente construyó un espacio seguro debajo de las escaleras para él y su hijo. Llamó a todos sus amigos para advertirles. Pero los rusos no advirtieron a nadie. Permanecieron en silencio durante demasiado tiempo. Para él, fue entonces cuando no quiso tener nada más que ver con los rusos. Luego fuimos a ver al obispo católico de Kiev recientemente reinstalado que estaba lleno de buen humor, preguntándose si los fieles, después de todos los años de comunismo, realmente regresarían a su iglesia. ‘Como católico’, me preguntó, ‘¿qué me aconsejarías que hiciera?’ Cuando le sugerí que se agarrara fuerte, el intérprete se preguntó si esa era la mejor manera de hablarle a un obispo.

Locura totalitaria

Por Ana Blandiana (Rumanía), su poemario más reciente es Variaciones sobre un tema dado (Visor):

Lo que Putin tiene –y lo manifiesta a través del poder que ejerce sobre Ucrania y sobre el resto del mundo amenazado por él – es un ataque clínico de furia producido por una locura totalitaria, la enfermedad que surge al final de la vida de todos los dictadores.

Acostumbrado durante décadas a que nadie le llevara la contraria y se le permitiera todo, ha perdido el contacto con la realidad y sus delirios de grandeza ya no obedecen a ninguna lógica, ni siquiera a la de su propio interés, lo que le vuelve peligroso e imprevisible e impide el diálogo. Putin no es sólo el enemigo de Ucrania y de los países de la OTAN, es el enemigo de Rusia en primer lugar, y forma parte de las consecuencias y los traumas postcomunistas de su historia.

Más allá de estas explicaciones, es aterrador el hecho de que la historia pueda dar pasos atrás y repetirse como si la gente no hubiera aprendido nada mientras tanto. Afortunadamente, el valor, la perseverancia y el heroísmo de los ucranianos tienen un brillo de otra época.

Partir

Por Ronaldo Menéndez (Cuba), su libro de cuentos más reciente es La nieta de Pushkin (Páginas de Espuma):

Partir es una noción comodín a toda guerra. Todos parten. Parten los soldados que invaden, parten los que se retiran; parten los perdedores y parten los vencedores; parten los muertos, parten los desplazados que en este conflicto tienen un peso extraordinario. Partir es dejar las cosas. Partir es dejar los libros, la casa, dejar el centro de gravedad; coger lo mínimo indispensable y salir. Partir para cualquier soldado es no saber si se regresa. Partir para la madre o cualquiera de los familiares de cualquier soldado es, de alguna manera, enfrentarse a la sensación de muerte. Siempre se deja algo. Las guerras te arrancan de tu sito, arrancan raíces, desarraigan.

Poder

Por Victoria Cirlot (España), su ensayo más reciente es Ariadna abandonada (Alpha Decay):

Nuestra mirada al poder ha cambiado. Al leer (o ver) Shakespeare asistíamos a cómo la pasión por el poder se combinaba con un destino trágico que le concedía una cierta altura. En El Anillo del Nibelungo la mezquindad en la búsqueda del poder tenía grados notables y suponía diferencias notables: no era comparable el ruin nibelungo con el siniestro Hagen ni éste con el triste y errante Wotan. Pero en nuestro mundo ya no hay tragedia, ni tristeza que puedan conceder algo de nobleza a la carrera por el poder.

Hemos visto sus entrañas, sus vísceras. Hemos visto ya sus cloacas. Cuando se trata de un ansia cotidiana solo empobrece la vida (la del propio ambicioso de poder y la de los que le rodean), pero cuando pasa de la cotidianidad al hecho extraordinario, entonces asistimos a un horror macilento y agrio.

Poder, del indoeuropeo

Por Fernanda García Lao (Argentina), su novela más reciente es Nación vacuna (Candaya):

Poder, el indoeuropeo *poti, esposo, dueño, amo: el que posee. Del latín *posee, que deriva en poderío, potencia y prepotencia: el que puede. El poder se codicia, se gana, de ahí ganancia y ganado. El poder es un rasgo de masculinidad, esa construcción absurda que habilita a suponer que determinados atributos genitales habitan a poseer lo que sea que se codicie. Una mujer, un negocio, un territorio.

Tristeza abismal

Por María Belmonte (España), su libro más reciente es En tierra de Dioniso (Acantilado):

Tristeza abismal al ver que algunos seres humanos siguen recurriendo a la violencia para solucionar conflictos y no han aprendido nada de los horrores del siglo XX.

URSS

Por Edgardo Cozarinsky (Argentina), su novela más reciente es Turno noche (Tusquets):

Es lo que me sugiere la ambición revivalista de Putin.