8 historias para alegrarse de la Lotería de Navidad, aunque no te haya tocado

8 historias para alegrarse de la Lotería de Navidad, aunque no te haya tocado

La lluvia de millones ha repartido alegrías en muchas partes de España.

José Ruiz administrador junto a su padre, anterior propietario de la administración de loteria que ha dado un quinto premio en Santa Ponsa (Mallorca).EFE

¡Miiil eurooos! El soniquete de la Lotería de Navidad ha resonado en multitud de hogares españoles este miércoles, como cada 22 de diciembre. Muchos a los que no les ha tocado habrán apelado a la salud, aunque este año no se ha estilado tanto como antaño por la variante ómicron del coronavirus.

Sin embargo, los 2.408 millones de euros repartidos han dejado premiados en prácticamente todo el territorio nacional. Detrás de esas personas, que hoy no podían contener su emoción, hay en muchos casos historias que sacarán una sonrisa en aquellos que digan que son afortunados en el amor y no en el juego.

Estas son ocho de ellas:

A mediados de diciembre saltaba la noticia. Un lotero almeriense había escondido 20 décimos por la localidad como regalo a sus vecinos del barrio. La iniciativa levantó pasiones y tanto habitantes de la zona como gente de fuera se trasladaron allí para buscar sobres rojos entre el mobiliario urbano. Este miércoles, la suerte se la ha devuelto y ha repartido 8,5 millones de euros, aunque el número escondido no ha sido finalmente el afortunado.

Lo que más le ha apenado a Jesús Ibáñez ha sido que uno de esos décimos iba destinado a los afectados por el volcán de La Palma. “Les hubiera permitido a los palmeros recobrar la ilusión y un poco la alegría, pero por lo menos son 100 euros que se han ganado, además de estos 8,5 millones de euros que hemos dado con este tercer premio, que están muy repartidos en el barrio”, cuenta a El HuffPost, ya que al menos han conseguido una pedrea.

Se suele hablar mucho de la suerte del principiante en lo que azar se refiere. Pero Aarón ha conseguido elevar la expresión al máximo nivel. Este joven canario de 25 años jugó este año por primera vez la lotería junto a su pareja, Ainhoa, comprando un décimo en la administración del centro comercial de El Mirador en Las Palmas de Gran Canaria.

Para él y su familia, este premio cae como agua de mayo, ya que ha contado a TVE que no ha sido un buen año para ellos. “Es la primera vez que jugábamos”, ha detallado visiblemente sorprendido. “No te imaginas que un día te vas a levantar por la mañana y te vas a encontrar esto”, ha añadido.

“Este año no ha sido bueno y vamos a ayudar a mis padres y mis suegros. Menos mi madre, mis suegros no tienen ingresos. Si con mi sueldo que es poco ya no sabía qué hacer, ahora con tanto dinero, menos”, ha contado el joven. A nivel personal, Aarón iba a obsequiar a Ainhoa con su propio premio, ya que ha confesado a TVE que se iba a lanzar a pedirle matrimonio.

  Aarón y Ainhoa, su pareja, con el décimo premiado.EFE

La Palma ha estado en la cabeza de muchos este año y el pensamiento de que debía tocar algo en la isla era generalizado. Desde el 19 de septiembre la lava y la ceniza han destrozado más de 1.200 hectáreas de terrenos, 7.000 personas han tenido que abandonar sus hogares y, de ellas, 2.300 lo han perdido definitivamente.

Sin embargo, 10 décimos del 42.833, premiado con un cuarto premio, han llevado a la isla 200.000 euros. Ricardo Cobiella, lotero de la administración afortunada, ha detallado que “se sentía” que algún premio iba a caer en la isla tras el desastre natural.

“En estas fechas y después de lo del volcán, era muy necesario que cayera algo”, ha contado a la Cadena SER, donde ha relatado visiblemente emocionado que este año se han vendido más décimos que otros “por la cantidad de turistas que han venido estos días a ver el volcán”. “Nos viene fenomenal toda la isla, lo necesitamos este año más que nunca”, ha añadido. Muestra de lo que ha marcado el volcán a la suerte es que el 19.921 —19 de septiembre de 2021— ha sido uno de los números más vendidos.

“Ya solo dar un décimo es una alegría, por lo que despachar una serie entera más”, ha señalado el lotero, quien asegura que los premiados han sido “gente conocida”.

El lunes fue un día negro para Yazmina, quien perdió entonces su trabajo. Dos días después la suerte le ha sonreído nada menos que con 400.000 euros del décimo premiado con el Gordo. Según ha contado en La Opinión de Málaga, fue “el décimo que quedaba” cuando pasó por la administración de loterías de el centro comercial El Mirador de Las Palmas de Gran Canaria y decidió comprárselo. “Dije este es el último y ya está, ya no compro más”, ha contado. Y, al final, ha resultado ser el afortunado.

Su marido, Antonio, ha anunciado que ambos invertirán el dinero en comprarse una casa para ellos y sus dos hijos porque “el alquiler se lo chupa todo”.

Para Francisco Javier García este año la lotería ha sido más especial que nunca, no porque haya ganado ningún premio, sino porque ha sido la última como lotero y porque la que era su administración hasta el pasado 6 de diciembre ha repartido el Gordo. ”La mayoría de los de los décimos los he vendido yo”, contaba a TVE.

Dada la situación de la administración de loterías, este décimo ha sido el que más “ha viajado” de los premiados. “Lo que más me enorgullece es que haya sido tan repartido, ha viajado en tren a muchos sitios”, ha contado a EFE.

Salir por la mañana para reivindicar tus derechos laborales y un “salario digno” y que, allí te enteres que has ganado un segundo premio. Así ha sido para Yolanda, una limpiadora de un colegio de Basauri que salió para pedir que se pagara dignamente a estos servicios esenciales sin saber que el Club de Balonmano Atlético Basauri, donde juegan sus dos hijos, iba a repartir el segundo premio.

El club había repartido el 72.119 mediante participaciones a prácticamente todos los vecinos de esta localidad vizcaína de 40.000 habitantes. Según ha contado a La Razón, para Yolanda  la “mayor alegría ha sido haber repartido el premio a tantísima gente trabajadora”. “He vendido tres talonarios y medio y cada uno lleva 100 papeletas de 2,40 euros cada una”, ha contado.

Esta no ha sido la única historia que ha dejado esa lluvia de euros en Basauri. Una de las familiares de las jóvenes jugadoras del club de esta localidad ha señalado a TVE que invertiría el dinero en la rehabilitación que no se había podido permitir, ya que se encuentra en silla de ruedas.

  Premiadas del equipo de balonmano y familiares en Basauri.EFE

Otro los vecinos de la localidad, que también había comprado participaciones del club, contaba visiblemente emocionado que el premio iba a ser una ayuda para el miembro más de la familia que viene en camino. “Me hacía bastante falta, me viene una niña en cuatro meses”, ha contado a TVE.

Para Víctor, vecino de Villamañán, un pueblo leonés de unos 1.000 habitantes, la suerte se ha colado por el buzón y sin previo aviso. Un décimo con el número 70.316 se metió en el buzón con la dedicatoria especial a la familia Rodríguez Lozano, amiga de los loteros.

La idea fue del lotero, que quiso probar suerte comprando un décimo y dándole otro a esta pareja de amigos. “Mi marido venía a trabajar y antes de ir, a las 6 de la mañana, le ha dejado el décimo en el buzón con una dedicatoria sin saber que estaba premiado”, ha explicado la lotera a TVE.

Hay quien no gana ni un sorteo y quien lo hace dos veces. Ese es el caso de Ainhoa, una canaria empleada del centro comercial El Mirador de Las Palmas de Gran Canaria, que se hizo con el décimo ganador gracias a un sorteo.

“Un compañero hizo un sorteo, nos tocó el número y me ha tocado”, ha explicado en la SER. Nada menos que 400.000 euros gracias a una rifa hecha entre compañeros de trabajo. La suerte le ha sonreído por partida doble.

Yanisse y Paula fueron las encargadas de cantar el Gordo en el Teatro Real y a ellas también les ha llegado la emoción del premio. Cuando se dirigían a mostrar las bolas a los notarios una le comentó a la otra “tía, que voy a llorar”, visiblemente emocionada.

Aún con las bolas premiadas en sus manos, una de ellas le susurró a su amiga: “No llores”. Después de unos segundos le respondió: “Te quiero un montón” a lo que le contestó con un: “Yo también”. Las frases fueron casi imperceptibles ante los aplausos y los murmullos, pero se llegaron a escuchar sus palabras de cariño gracias a los micrófonos de la mesa, emocionando a muchos españoles.

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Marina Prats es periodista de Life en El HuffPost, en Madrid. Escribe sobre cultura, música, cine, series, televisión y estilo de vida. También aborda temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI y el feminismo. Antes de El HuffPost formó parte de UPHO Festival, un festival urbano de fotografía en el marco del proyecto europeo Urban Layers. Graduada en Periodismo en la Universidad de Málaga, en 2017 estudió el Máster en Periodismo Cultural de la Universidad CEU San Pablo y en 2018 fue Coordinadora de Proyecto en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE. También ha colaborado en diversas webs musicales y culturales. Puedes contactarla en marina.prats@huffpost.es