La autoridad policial califica de "no autorizada" la inmovilización a George Floyd

La autoridad policial califica de "no autorizada" la inmovilización a George Floyd

El argumento de la defensa de que Chauvin usó una fuerza "razonable" se debilita.

El abogado Eric Nelson y su cliente, el expolicía Derek Chauvin.AP

El séptimo día del juicio contra Derek Chauvin, acusado de asesinar a George Floyd se complica para la defensa del expolicía. El coordinador de capacitación en uso de la fuerza de la Policía de Minneapolis, Johnny Mercil, ha declarado este martes que la inmovilización que Chauvin ejerció en el cuello de Floyd no está autorizada en los protocolos del departamento.

La defensa del exagente había afirmado que aplicó una fuerza “razonable” y respondió de acuerdo a lo aprendido durante la detención. Estos argumentos se debilitan ahora ante las declaraciones de Mercil, que respaldan las realizadas el lunes por el jefe de policía de Minneapolis, quien ya había rechazado que la táctica de clavar la rodilla a un sospechoso inconsciente y esposado estuviese permitida.

A las preguntas de los fiscales, Mercil ha explicado que a los agentes se les entrena con la indicación de hacer un “uso mínimo de fuerza” en detenciones y que la utilizada por Chauvin sobre Floyd se considera “no autorizada”.

Asimismo, ha declarado que una inmovilización por el cuello sobre un individuo inconsciente se consideraría “una agresión activa”.

″¿Es esta una inmovilización por el cuello formada por la Policía de Minneapolis?”, ha preguntado el fiscal Steve Schleicher al mostrar una imagen de Chauvin y Floyd, a lo que Mercil ha respondido: “No, señor”.

Nueve minutos y 29 segundos

La muerte de Floyd provocó hace un año una oleada de protestas raciales en Estados Unidos y puso contra las cuerdas al entonces Gobierno de Donald Trump.

George Floyd perdió la vida en mayo pasado cuando cuatro agentes intentaron detenerlo por haber utilizado un billete falso para pagar en una tienda. Durante su arresto, Chauvin lo inmovilizó en el suelo presionando la rodilla contra su cuello durante nueve minutos y 29 segundo. Hasta que dejó de respirar.

El expolicía está acusado de los cargos de asesinato en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años, y homicidio en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.

Sin embargo, como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por los primeros dos cargos y a cuatro años de cárcel por el tercero.