La 'pócima secreta' para tener agilidad mental (según Iñaki Gabilondo)

La 'pócima secreta' para tener agilidad mental (según Iñaki Gabilondo)

"Creo que lo que mueve al hombre es la curiosidad", afirmó el presentador el 'El Hormiguero'.

EL HORMIGUERO

El periodista Iñaki Gabilondo está apunto de inaugurar la cuarta temporada de su programa Cuando ya no esté, un espacio en #0 de Movistar+ donde se disfraza de futurólogo a través de conversaciones con los más prestigiosos nombres de la política, las artes, las ciencias o la tecnología.

Tras medio siglo en la primera trinchera del periodismo, unas de las curiosidades más fervientes que desprende es cómo: ¿cuál es la pócima secreta para tener tal agilidad mental?

“Cuánto lees, cuánto escribes, cuánto escuchas música en un día normal”, le preguntó ayer Pablo Motos, que contó con él para cerrar la semana en El Hormiguero.

“Todos los días leo y todos los días escucho música”, afirmó el periodista, ahondando en una de las claves de la sociedad actual: cómo encajar la aparición de las redes sociales en el día a día. “Uso las nuevas tecnologías, pero he evitado caer en ellas, porque acaban apoderándose de tu tiempo y yo necesito tener un tiempo porque todo va a mucha velocidad, pero los días siguen teniendo 24 horas, igual que antes”, explicó.

“La gente tiene que administrar las 24 horas que únicamente tiene cada día y yo, como necesito todos los días leer y oír música, pero no puedo hacer las dos cosas a la vez, tengo que administrar mi tiempo”, precisó.

En concreto, el periodista lee a diario una hora y media y oye música una hora, confesó al presentador, que además admitió tener una costumbre “que no es muy habitual, que hasta cierto punto puede ser un poco una extravagancia”, relató: “Me despierto y leo”. Eso sí, nada que tenga que ver con la actualidad.

La costumbre comenzó en la época en la que trabajaba en la radio –ha pasado por Radio 16, La Cope y La Ser–. “Enseguida tenía que empezar a contar cosas” y, al igual que los que comienzan el día haciendo ejercicio, “tenía la impresión de que tenía que ventilar mi cerebro, llenarlo de ideas, palabras, hacer que circulara de nuevo el oxígeno intelectual”, explicó. “Me levantaba 20 minutos antes, esto se ha convertido en un vicio. La gente que me conoce reconoce que es normal”, precisó.