¿Por qué Corea del Norte ha lanzado ahora el misil que ha sobrevolado Japón?
El primer ministro japonés afirma que es una "amenaza grave y sin precedentes".
Era poco más de medianoche en España cuando saltó la alarma: el líder de Corea del Norte, Kim Jong-Un, había decidido que era el momento para jugar con sus misiles. No es la primera vez que lo hace, para quebradero de toda la comunidad internacional, pero esta vez hubo una novedad, al menos en la historia reciente: fue lanzado desde desde Sunan, donde se encuentra ubicado el aeropuerto capitalino de Pyongyang, y recorrió más de 2.700 kilómetros a una altura media de 550 pasando por encima de Japón, a la altura de la isla de Hokkaido. Cayó a 1180 kilómetros de las costas japonesas, en pleno Océano Pacífico.
Es el tercer ensayo de este tipo que realiza la nación comunista en las últimas dos décadas, un hecho que recalca la significación de la prueba, y la tercera vez que se lanza uno sobre Japón. Ya lo había hecho en 1998 y en 2009, aunque en esa ocasión Pyongyang aseguró que se trataba del lanzamiento de un "satélite". ¿Y por qué ahora vuelve a la carga? ¿Por qué se ha elegido esta zona?
El lanzamiento se tiene que contextualizar como el enésimo desafío del país de Kim Jong-Un, que en los últimos meses ha encontrado además en el EEUU de Donald Trump una férrea resistencia que incluso ha amenazado con atacarle. El lanzamiento, además, se produce justo horas después de que Tokio impusiera nuevas sanciones a Pyongyang por la expansión de su programa armamentístico. Pero esta vez Corea del Norte ha elegido una forma diferente de actuar ya que con la trayectoria del misil lanzado se permite, en teoría, amenazar al territorio continental de EEUU y dominios de este país en el Pacífico como Guam o Hawai.
La agencia Yonhap sentencia que el hecho totalmente "inusual" de que esa prueba se produjera desde la capital norcoreana "es otro signo" de que la nación asiática "está diversificando su área de lanzamiento para esquivar la vigilancia externa y hacer frente a posibles ataques preventivos".
Por su parte, analistas del Centro de Estudios de No Proliferación de California, citados por la agencia Reuters, han dicho que el proyectil —denominado Hwasong 14— tenía la capacidad incluso de llegar hasta Nueva York. Según la agencia KCNA, el líder norcoreano está "orgulloso" de que con esta prueba ha confirmado que "todo el territorio continental de Estados Unidos" está ahora a "su alcance".
Lo cierto es que acción norcoreana supone todo un desplante para la administración de Donald Trump, que hace sólo algunos días había intentado rebajar las tensiones y aseguró que Corea del Norte había "empezado a respetar" a EEUU. Pero el miércoles pasado el ministro de Defensa norcoreano, Pak Yong Sik, volvió a repetir una amenaza recurrente de Pyongyang: que podrían atacar EEUU con armas nucleares.
"Si el enemigo no entiende nuestro estatus estratégico y se aferra a la opción de lanzar un ataque nuclear preventivo, nosotros atacaremos el corazón de América con armas nucleares para castigarles sin previo aviso", afirmó.
Rusia ha querido lanzar todas las alertas, asegurando que el último misil balístico lanzado por Corea del Norte demuestra que la amenaza del régimen de Kim Jong Un de atacar el territorio estadounidense en la isla de Guam "no es un bluf", en palabras del jefe de la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantin Kosachev.
"Pyongyang ha demostrado que sus amenazas contra la base militar de Estados Unidos en Guam no son un bluf", ha dicho el legislador ruso a través de las redes sociales.
Por su parte Japón ha reaccionado de manera contundente y el primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha indicado que "harán todos los esfuerzos posibles para asegurar las vidas y propiedades de los ciudadanos". Su asesor más cercano, Yoshihide Suga, ha precisado que se trata de "una amenaza sin precedentes".
El régimen que lidera Kim Jong Un ha disparado hasta 12 misiles en lo que va de año, desestimando todas las ofertas de diálogo que ha presentado el nuevo dirigente de Corea del Sur, Moon Jae-in, que también se ha visto obligado a convocar un encuentro de emergencia de sus asesores tras este último incidente.