¿Pueden las tecnologías ayudarnos a superar un duelo?

¿Pueden las tecnologías ayudarnos a superar un duelo?

La pérdida de un ser querido es quizás uno de los acontecimientos más impactantes que se produce en la vida de una persona.

Una mujer llora sobre una tumba e un ser querido.Rebecca Conway / Reuters

La pandemia de covid-19 está marcando la vida de todas y todos de manera directa o indirecta. Afecta a casi todos los aspectos de la vida diaria y aún seguimos evaluando los estragos que está causando.

Una de las poblaciones más afectadas son las personas que han fallecido y sus seres queridos cercanos. La pérdida de un ser querido es quizás uno de los acontecimientos más impactantes que se produce en la vida de una persona.

El duelo es una experiencia emocional humana universal, única y dolorosa. Puede delimitarse en el tiempo, el cual permite a la persona la adaptación a la pérdida y a la nueva realidad.

Se prevé que la pandemia tenga un fuerte impacto relacionado con esta experiencia, relacionada con la la muerte y la aflicción.

Superar un duelo en pandemia

 

Para algunas personas el proceso de duelo se puede complicar y alargar, ya que existen factores que pueden alterar el curso de este proceso. Entonces se le suele denominar duelo complicado, patológico o crónico, entre otros.

Los síntomas del duelo complicado son distinguibles del duelo normal. Destacan la dificultad para aceptar la muerte, el sentimiento de incredulidad, deseos de evitar los recuerdos del fallecido, pérdida de identidad, descuido del arreglo personal, preferir el aislamiento y dejar de tener planes para el futuro. En estos casos, la respuesta de dolor persiste durante más de 6 meses.

La crisis de covid-19 ha incentivado la búsqueda de alternativas para ofrecer intervenciones que puedan aliviar el sufrimiento de personas en duelo, tales como el apoyo a la financiación de la telepsicología.

¿Que factores influyen?

Hay varias variables que se dan en la situación actual que pueden afectar al curso del duelo. Por ejemplo, se ha observado que la presencia de una mala situación económica familiar es la variable que predice peor pronóstico y mayor malestar emocional.

Precisamente esta es una situación muy presente en la actualidad, ya que muchas familias han perdido sus principales fuentes de ingresos. Ante esta situación que requiere apoyo psicológico, la mejor estrategia para brindar apoyo es a distancia, por medio de distintas redes y plataformas de telecomunicación.

Por eso, los gobiernos, universidades y asociaciones de psicólogas y psicólogos han ofrecido sus servicios, en la mayoría de las ocasiones de manera gratuita. Sin embargo, la necesidad de atención sobrepasa a la cantidad de psicólogos formados para ofrecer tratamiento, por lo que han surgido alternativas tecnológicas.

Terapia psicológica online

Afortunadamente, durante las últimas décadas ya se había observado un incremento de las intervenciones en línea debido a las ventajas que estas suponen. Esta modalidad cuenta, por ejemplo, con una mayor flexibilidad y anonimato y una accesibilidad más rápida.

Respecto al tratamiento del duelo anormal mediante una intervención online, hay evidencias de su eficacia. Por ejemplo, hay estudios donde se ha llevado a cabo una intervención en línea en la que el paciente tiene que escribir una carta a la persona fallecida.

En ellos, los investigadores concluyeron que esta actividad por sí sola era eficiente para reducir la soledad emocional y para aumentar el estado de ánimo positivo, en parte a través de su efecto sobre la rumiación.

Sin embargo, no se observaron efectos en cuanto a la sintomatología de duelo y depresión. Esto sugiere que una intervención en línea dirigida a esta población debería abarcar múltiples componentes.

En otro estudio de la investigadora Anette Kersting se implementó una intervención breve de 5 semanas basada en la Terapia Cognitivo Conductual a padres que perdieron un hijo durante el embarazo.

Los contenidos de la intervención fueron entregados a través de una plataforma web enfocada en tres ejes centrales: autoconfrontación (los pacientes describen su experiencia de pérdida, con un énfasis especial a los procesos emocionales y cognitivos), reevaluación cognitiva (en esta fase se trabaja un cambio de perspectiva para ayudar a los participantes a desarrollar estrategias de afrontamiento realistas y útiles) y compartiendo socialmente (los pacientes tienen que realizar un escrito para las personas afectadas por la muerte del ser querido, incluyéndose a ellos mismos y una carta para la persona que falleció).

El estudio contó con dos grupos, uno de intervención y otro de lista de espera. Los resultados mostraron que los participantes en el grupo intervención redujeron la sintomatología de estrés postraumático, duelo prolongado, depresión y ansiedad, con cambios estadísticamente significativos.

Como se puede observar, las intervenciones en línea para pacientes con duelo anormal están sustentadas con estudios que han demostrado su eficacia.

Tecnologías de apoyo psicológico

Cuando las personas quieren sentir alivio pueden recurrir a la búsqueda de ayuda psicológica autoaplicada, por ejemplo, a través de aplicaciones. Sin embargo, es necesario asegurarse de que la ayuda proporcionada por estas aplicaciones está basada en algún modelo psicológico claramente identificado.

Por ejemplo, de una revisión de aplicaciones que utilizan los principios de la Terapia Cognitivo Conductual para la depresión, los autores encontraron un total de 1 680, de las cuales solamente 31 contaban con una clara descripción y sustento teórico para poder ser analizadas.

Cualquiera que sea la opción, recomendamos al lector hacer una amplia revisión de las características de dicha herramienta tecnológica, su sustento teórico y, de ser posible, solicitar la opinión de un experto.

También es importante recordar que, aunque las tecnologías son una gran ayuda, sobre todo en estos momentos, estas no están hechas para reemplazar a los profesionales en salud mental. Por ello, si siente que requiere atención, no dude en ponerse en contacto con un especialista.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea aquí el original.