El aire acondicionado de los persas rebaja hasta 10º las temperaturas interiores

Existe un método milenario mucho más sostenible para bajar la temperatura que el aire acondicionado. Madrid ya lo puso en funcionamiento para la refrigeración de las calles y tiene su origen en Oriente Medio. Se trata de un truco arquitectónico que es frecuente en los países con climas cálidos y según estudios, pueden reducir la temperatura interior hasta diez grados

Aunque es más cómodo tener un dispositivo que regule la temperatura exactamente los grados que queramos, hay que velar por el medio ambiente ya que el aire acondicionado es un aparato que contribuye mucho al calentamiento global. En países como Irán y Egipto llevan desde hace miles de años con el mismo sistema de refrigeración. 

Se trata de unas estructuras que sobresalen como chimeneas de los techos de las casas. Están diseñadas para capturar el viento y dirigirlo hacia el espacio habitable o a trasteros subterráneos, y al mismo tiempo dejar que se elimine el aire caliente que se acumula en el interior. Se pueden encontrar incluso en las ruinas de un templo del fuego zoroástrico construido alrededor del 4000 a. C.

En cada país tienen su propio diseño de estas 'chimeneas' pero todos cumplen la misma función. En Egipto los cortavientos son en su mayoría triangulares en los tejados y pueden ocultarse y en Irán son rectangulares y abiertos por los cuatro lados, pero esto también depende de la dirección predominante del viento. También pueden varias dentro del propio país, por ejemplo en la ciudad de Yazd, son habituales los cortavientos hexagonales y octogonales, ya que sopla el viento desde varias direcciones.

Otro de los métodos tradicionales de los hogares persas era dividir el edificio en un ala de verano y un ala de invierno alrededor del patio central rectangular. De esta forma cada zona recibía la cantidad óptima de luz solar en cada estación. En este caso, el deflector de viento se colocaba en la zona de verano.