Tras el apagón y la recuperación paulatina de la corriente eléctrica en España, muchos españoles se han asomado a la nevera con dudas de si la comida estará o no en buen estado. La clave está en no haber abierto el frigorífico ni el congelador durante el apagón y en el tiempo transcurrido.

Según un informe publicado por el USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), un congelador lleno mantendrá una temperatura segura para la comida durante aproximadamente 48 horas si está lleno y 24 horas si está medio lleno, mientras que el frigorífico conserva los alimentos en buen estado hasta cuatro horas.

Lo principal para saber si se han conservado correctamente es medir la temperatura del interior del frigorífico que no deberá superar los cuatro grados centígrados. No obstante, la USDA recomienda descartar algunos alimentos transcurridas esas cuatro horas.

Entre ellos están las carnes, ya sean crudas o cocidas, pescado, huevos, alimentos preparados como pizzas o sopas, leche, productos lácteos como yogur y quesos frescos, verduras y frutas ya cortadas, zumos de frutas ya abiertos, pasteles y salsas con crema o tarros de mayonesa ya abiertos.

Además, recuerdan que si cualquier alimento tiene un color u olor diferente al habitual la recomendación principal es desecharlo. En el caso de los alimentos congelados, si se mantiene congelado con cristales de hielo será seguro comerlo.

La USDA recuerda que serán seguros para comer, incluso transcurrido ese tiempo, las salsas ácidas como la mostaza o el kétchup, las mermeladas y otros alimentos que normalmente no necesitan refrigerarse como frutas y verduras enteras, los frutos secos, panes y pasteles, mantequilla y margarina o los quesos curados.

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