La pesca furtiva es un problema que afecta en numerosas zonas de Europa. En París, tal y como reporta el medio Le Parisien, se están encontrando con un grave problema por el robo de carpas y su posterior venta en el mercado negro. 

Tal y como revela un miembro de una asociación de pesca de carpas situada al oeste de la capital francesa, en los últimos días han visto a varias personas merodeando por la zona en la que mantienen a estos peces. 

"Están aquí para robarnos las carpas y abastecer el mercado negro", lamenta el hombre sobre la situación. 

El diario francés explica que estas carpas robadas pueden venderse en el mercado negro alcanzando cifras de 20.000 euros por un ejemplar grande. Según explican los pescadores entrevistados por Le Parisien, los furtivos buscan las carpas más grandes y tienen claro dónde se cultivan, revoloteando por los estanques de agua dulce donde se crían estos ejemplares. 

"Por ejemplo, dejamos que las carpas vivan en un cuerpo de agua, asegurándonos de que se sientan cómodas allí y tengan suficiente comida", cuenta uno de los pescadores sobre el sistema. El pescador explica que intentan que estos peces crezcan lo máximo posible pero que a veces los traficantes se adelantan antes de que los puedan recoger.

De hecho, se han llegado a denunciar enfrentamientos entre pescadores de carpas y furtivos.

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