Recurso cinematográfico, pero realidad en muchos hogares. Y no siempre es una cuestión que tiendan a hacer los más pequeños o jóvenes de la casa. El uso de la silla del escritorio para ir dejando poco a poco la ropa usada, pero que no está tan sucia como para echarla a lavar, es un clásico. 

El portal web finés PPVAK ha precisado que hay una explicación psicológica tras este fenómeno. La primera de ellas tiene que ver con la procrastinación, es decir, lo de ir posponiendo el momento de recoger esa sudadera o chaqueta que terminan en la silla. 

El sitio web ha recogido las conclusiones a las que llegaron los expertos tras el estudio de Clinical Cognitivism, publicado por Salvatori en 2017. "Una mente sobrecargada con miles de pensamientos y responsabilidades experimenta incluso las acciones más simples como obstáculos agotadores", precisa la investigación. 

Y no es el único dato que aportan. Señalan que es un acto que va más allá de la pereza. El estudio considera que el desorden hace las veces de espejo. Es decir, si el mundo interior está desorganizado, el externo, probablemente, también. 

No es así en todos los casos. El sitio web finés ha recogido también las declaraciones de la psicóloga Emma Kenny, que ha hablado del apego emocional que algunas personas desarrollan por su ropa. "Evitar organizar y dejar cosas a la vista puede ser una forma inconsciente de evitar ciertos recuerdos", expone la experta. 

Ahora bien, todas estas situaciones no tienen por qué ajustarse a las realidades de cada uno o una. Cada cual tiene una serie de hábitos y maneras de organizarse, en función de si situación vital. 

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