Su presencia en la mesa de casi todos los hogares mediterráneos -y españoles- es casi obligatoria. Ya sea para un aperitivo, un 'picoteo' o para acompañar a la cerveza, las aceitunas negras constituyen una de las costumbres más sanas y ricas de la cultura mediterránea.

Tanto es así que recientemente, varios nutricionistas han reconocido su gran valía en la dieta. Uno de los ejemplos lo encontramos en la nutricionista Yaraseth del Castillo, del Instituto Médico Antiaging de Madrid, entrevistada por la revista Vogue, que sostiene que "son mucho más que un aperitivo" y que constituyen un "alimento funcional con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y cardioprotectoras".

Además, afirma que "aportan grasas monoinsaturadas saludables, especialmente ácido oleico, que ayuda a reducir la inflamación sistemática y a proteger el sistema cardiovascular". Otro de los aspectos que destaca es su gran aporte de vitamina E, hierro y fibra, entre otros muchos.

La nutricionista señala también que "son particularmente valiosos durante la perimenopausia y la menopausia", al ser momentos en los que el organismo femenino sufre un mayor estrés oxidativo, y por lo tanto presenta una mayor inestabilidad metabólica e inflamatoria.

Pero sin duda, uno de los mayores beneficios que presentan es su capacidad para prevenir dos cánceres: el de colón y el de recto en casi un 45%. Y del mismo modo, también señalan que es un gran aliado para conseguir perder peso, gracias a la presencia de ácido β-resorcílico.

Por todos estos motivos, sostienen que las aceitunas van mucho más allá de un simple alimento ' de aperitivo', y afirman que son "un alimento tradicional, accesible y con respaldo científico".

Por último, en cuanto a la cantidad de aceitunas negras que debemos ingerir al día, explican que el consumo diario debería ser de unos 25 gramos, es decir, unas 7 aceitunas, que aportan un total de 37 kcal.

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