desigualdad social

Las voces de los sin voz

Las voces de los sin voz

Hay veces que llueven regalos revueltos, como cuando vi el maravilloso discurso que dio hace días Elena Poniatowska. Pensé en la empatía, en la cercanía, en si hubo tardes robadas deliberadamente a obligaciones más formales para dedicarlas a escuchar a gente con problemas.
El nuevo proletariado pobre

El nuevo proletariado pobre

Sin ánimo de banalizar un tema como éste, si como decía el personaje de Woody Allen en 'Annie Hall' la vida está dividida entre lo horrible y lo miserable, entonces, en términos socioeconómicos, bien vale la pena pertenecer a los segundos aunque cada vez nos vaya peor.
Murió en la pobreza: solo tenía dinero

Murió en la pobreza: solo tenía dinero

Hay una diferencia notable entre nuestros millonarios y muchos otros que figuran en la lista de las 100 primeras fortunas españolas. En España no destaca ninguno por su actividad filantrópica. Cuando lo hacen se dedican a apoyar centros o cátedras de investigación en medicina para promover avances que permitan alargar sus propias vidas y con ello el dinero que pueden ser capaces de gastar, o se instalan en las obras de caridad no para el beneficio social, sino para salvar sus almas.
Diez formas de que las finanzas sean una fuerza positiva para la sociedad

Diez formas de que las finanzas sean una fuerza positiva para la sociedad

Debemos pensar cómo podemos hacer que las finanzas contribuyan a lograr una sociedad en la que todos nos sintamos cómodos y que nos estimule y nos empuje a avanzar. Eso quiere decir modificar algunas estructuras institucionales financieras para que estén más al servicio de todos y ampliar el campo de actuación de las finanzas para que abarquen más variedad de nuestros riesgos y actividades. Lo que no creo que haya que hacer es meter en la cárcel a un montón de financieros ni cerrar instituciones financieras.
La gran amenaza: la desintegración social

La gran amenaza: la desintegración social

Era cuestión de tiempo que la tensión social que estamos sufriendo por la crisis económica y las fallidas recetas para acabar con ella terminara por cristalizar y esclerotizar el armazón político que se ha ido construyendo en España desde la muerte de Franco en 1976. Pero el riesgo de desintegración social es, con diferencia, la amenaza más grave a la que nos enfrentamos, y evitarla debería ser la prioridad número uno de nuestros políticos.