El presidente del gobierno ha participado en la cumbre por la Paz celebrada en Suiza, donde han acudido más de 90 líderes internacionales. No han estado presentes representantes de Rusia ni China.
La reunión, que ha durado menos de una hora, ha finalizado con un comunicado unánime en el que todos los países de la alianza "instan a las partes a abstenerse de cualquier acción" que suponga una nueva escalada en el conflicto.
Ha mandado una queja al embajador de Japón, el país anfitrión, porque "interfirió en los asuntos internos de China", comportamiento que define Pekín como"contrario a los principios básicos del derecho internacional".
"No puedo compartir con ustedes los puntos de vista tácticos de nuestros militares. Pero sabemos un poco más, y venceremos", afirma tras el anuncio de Wagner.
EEUU, Canadá, Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y Japón, unidos contra la "coerción económica" china y "la maquinaria de guerra" rusa. El presidente ucraniano se ha personado en la cita.
En la ciudad japonesa se pretende mandar un fuerte mensaje por la paz y en contra de las armas nucleares, en el contexto de la invasión rusa de Ucrania.
La cumbre empieza este viernes con varias sesiones de trabajo, incluida una dedicada a la guerra en Ucrania y con la presencia inesperada de su mandatario.
Uno de los temas candentes es cómo impedir que Rusia evada las sanciones ya aplicadas, para lo cual se barajan medidas como la creación de un mecanismo específico de vigilancia de intercambios comerciales.
Irá al G7, en Japón, pero no a Papúa Nueva Guinea y Australia, como tenía previsto. Volverá el domingo para reunirse con los líderes del Congreso y buscar salidas.
Los ministros de Exteriores de Japón, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos advierte a China por su expansión militar y pide estabilidad en Taiwán.
Sus ministros de Exteriores, reunidos en Japón coinciden en que "la ofensiva rusa está fracasando claramente". No son optimistas sobre el papel de China.