nueva política

Por qué Ciudadanos y Podemos ya no te excitan

Por qué Ciudadanos y Podemos ya no te excitan

Los dos partidos nuevos ponen cada vez menos a los electores. Las encuestas de opinión señalan con datos que la pasión ya no es la misma que desató la libido de tantos españoles a principios de este año y les empujó a enamorarse de ellos con la intensidad de un affaire de verano. Vuelta a la rutina, parecen dispuestos a regresar a los brazos del marido y la mujer de toda la vida.
Castos y casta

Castos y casta

Ahora dice Pablo Iglesias que no pactarán con el PSOE y dice bien. Errejón contempla esa posibilidad, pero acierta más Iglesias que su segundo, porque no creo que el PSOE se presente a unas elecciones generales con la intención de formar gobierno con quienes no se sabe en qué parte de la orilla acampan. El PSOE es un partido de gobierno y de mayorías, y como tal, sabe esperar el tiempo que haga falta para poder llevar adelante su proyecto político.
Mi querido Iñigo Errejón

Mi querido Iñigo Errejón

Mi querido Iñigo Errejón, en todo este tiempo convulso y vertiginoso que hemos compartido, mi afecto hacia a ti no ha disminuido. Como la medallita del amor, hoy te quiero más que ayer pero menos que mañana.
Un Gobierno para ocho años

Un Gobierno para ocho años

Me gustaría que para las próximas elecciones todos los partidos que opten a tener la Presidencia del Gobierno de España pongan a disposición de los electores una web donde podamos ver de una forma amigable, a través de infografías y vídeos, cómo sería la España del 2023 si les damos nuestra confianza.
En común sí se puede

En común sí se puede

Lejos de constituirse como un partido abierto, colaborativo, de acuerdo a los valores iniciales que guiaron su constitución, en los últimos meses estamos viendo la evolución de Podemos hacia un partido más tradicional construido de forma vertical y en el que prima más el mantenimiento férreo de una determinada estructura de poder y la defensa de unas siglas.
Cuando el país nos necesitó

Cuando el país nos necesitó

Con el 15M, los dolores particulares, que antes nos avergonzaban porque nos situaban en el papel de culpables de la desdicha -la culpa atenazadora de esa moral que no hemos sabido aún sustituir por otra- se convirtieron en dolores compartidos, y al hacerlo nos han permitido identificar al agente causal de los mismos.
Barcelona en Comú y la innovación social

Barcelona en Comú y la innovación social

Barcelona bien podría convertirse en la primera economía compartida real de Europa. Las economías avanzadas se enfrentan a un futuro de estancamiento permanente. El crecimiento no sólo es más difícil de conseguir, sino ecológicamente insostenible. La prosperidad requiere encontrar nuevas maneras de colaborar y compartir equitativamente la abundante riqueza que ya producimos.
Políticos normales

Políticos normales

Apuesto por políticos normales, aquellos que siguen manteniendo sus amistades fuera de los círculos políticos, aquellos que escuchan de forma permanente a los ciudadanos y cuya empatía les permiten entenderlos, aquellos que cuando hacen cosas normales siguen pareciendo normales.
Twitter se llena de políticos

Twitter se llena de políticos

Estamos en primavera, y con ella los campos se llenan de flores, los cerezos del Valle del Jerte florecen y las redes sociales se llenan de políticos, esto último, no como consecuencia de la primavera, pero sí de la convocatoria de las próximas elecciones municipales y autonómicas.
La nueva política que está por llegar

La nueva política que está por llegar

La nueva política se tiene que parecer a la nueva sociedad, y evolucionar al ritmo que esta cambia. No es suficiente que un partido se adapte a las nuevas prácticas de forma puntual. Deben contemplar mecanismos que permitan la actualización permanente en una sociedad que cambia a gran velocidad. Ahora más que nunca necesitamos partidos flexibles en las prácticas.
De la importancia del estilo en política

De la importancia del estilo en política

Existen dificultades para mantener un capital de estilo cuando se ha estado mucho tiempo en la política. Para hacerlo, es necesario poseer una fuerte personalidad; pero, también, ser capaz de concretar en ella principios y convicciones fácilmente reconocibles por todos. Eso que solemos llamar valores y que se dejan ver incluso cuando una personalidad fuerte no puede ser constatada.