obituarios

Sin Chus, como vaca sin cencerro

Sin Chus, como vaca sin cencerro

La suegra de Carmen Maura en Qué he hecho yo para merecer esto o la madre de Marisa Paredes en La flor de mi secreto podrían ser objeto de todo un análisis de género porque en ellos Almodóvar supo condensar un modelo de mujer, tan de nuestro país, heredero de la oscuridad de la que veníamos y poseedor de tantas virtudes construidas sobre la renuncia. Un modelo de mujer que fue agrietando con sabiduría, y dentro de sus limitaciones, el trono del patriarca.
Compañero del alma, compañero

Compañero del alma, compañero

Las generaciones venideras, cuando vuelvan su mirada a nuestro tiempo, siempre se encontrarán contigo a cada paso. No hay en Euskadi un avance, un impulso, una lucha en el que no esté tu mano tirando de la libertad hacia el futuro. Y entonces, el tiempo te hará justicia y reconocerán que tú, Txiki, eres uno de los padres de la Euskadi moderna de ciudadanos libres.
Corrientes de amor hacia Pedro Zerolo

Corrientes de amor hacia Pedro Zerolo

Todo el mundo tiene una parte de Zerolo en su corazón, tal vez porque él nos expuso su vida para compartirla con todos. Siguiendo la máxima feminista, hizo de lo personal lo político, y sin ningún afán exhibicionista se desnudó permanentemente ante los medios de comunicación con el convencimiento sincero de que su presencia, sus palabras, su boda, su vida, eran una referencia que nos marcaba el camino del arco iris a los que veníamos detrás
Pedro Zerolo y la vida poética

Pedro Zerolo y la vida poética

Muchas veces, cuando muere alguien así, imagino que su familia, la gente cercana a él, no se llega a hacer una idea de lo que su figura, lo que representaba, hizo para ayudar a otras personas a las que ni él ni ellos conocían. Que hoy, en muchas casas, por toda la geografía, no solo aquí sino en el extranjero, se guarda luto y se llora y se recuerda.
Los 'niños' de Zerolo

Los 'niños' de Zerolo

Pedro siempre terminaba sus frases con un "mi niño". Y ahora creo que sé por qué lo hacía. No era una muletilla. Era una llamada. La llamada a reconocer que somos niños felices gracias al trabajo que otros han hecho antes que nosotros. El esfuerzo de miles de personas en nuestro país que se sacrificaron para que nosotros, los niños de la democracia, pudiéramos vivir en libertad, vivir sin armarios, sin discriminación, sin oprobio, sin cárcel, sin persecución.
Sobre Hermida

Sobre Hermida

Era el corresponsal de corresponsales, el narrador, pero también el periodista innovador que supo ver que el mundo informal del magazine no estaba reñido con la información. Con el rigor. Porque él era también extremadamente riguroso. Extremo si quieren en sus comportamientos, en sus exigencias, incluso en su apariencia.
Faltaba el 'Libro de los abrazos'

Faltaba el 'Libro de los abrazos'

Si te dijera que estamos huérfanos de ti mentiría. No nos dejas en la orfandad. Tu marcha multiplica las presencias. Más allá de la guardia pretoriana, del círculo íntimo de la amistad, ¡son tantos y tantas los que aún no conocíamos hasta que hemos coincidido ahora en sentir el dolor de tu ausencia! Tú nos hermanas. Como has hermanado una América Latina que hoy sería otra a la luz de muchos ojos si no se hubieran posado sobre "Las venas abiertas..."
Un regalo en memoria de Eduardo Galeano, el 'Duri'

Un regalo en memoria de Eduardo Galeano, el 'Duri'

Hoy, día 13 de abril de 2015, ha sido un día feo. Ha querido el destino que coincidan las muertes de dos escritores que han ayudado a definir el siglo: el alemán Günter Grass , y el uruguayo, Eduardo Galeano, el Duri. Ambos coincidieron en su actitud vital ante la vida: el compromiso, la denuncia, un sentido del humor iluminador y una capacidad de análisis y pensamiento que deja a sus lectores con una sonrisa critica.
Moncho Alpuente y toda la panda

Moncho Alpuente y toda la panda

En sus artículos y programas, Moncho Alpuente escudriñó cada centímetro cuadrado interesante de un Madrid que amaba y despreciaba: no soportaba el Madrid casposo, crispado, reaccionario, especulador y corrupto que había hecho tanto daño al Madrid al que aspiraba y del que él se convirtió en emblema.
Amparo Baró: menuda y bárbara

Amparo Baró: menuda y bárbara

Me encantaba ese nulo interés de Amparo Baró por maquillar su vida, por ir de guay, por fingir lo que estaba lejos de ser. Amparo era pura verdad. Le horrorizaban las entregas de premios y ni siquiera iba a recoger los suyos. Prefería quedarse en la cama, como Fernando Fernán-Gómez.