Cinco comunidades cuentan con su propia versión del bonachón navideño: desde un tronco mágico que defeca regalos a un señor que les toca la barriga a los niños.
Gobiernos de todo el mundo hacen salvoconductos que les permitan entrar en cada país y repartir regalos sin cuarentenas, pero con mascarillas y distancia.
Recién llegada de un viaje relámpago a Londres, detecto que en Murcia las navidades empezarán cuando tienen que empezar, o sea, en Navidad. Y me sorprende, diría que gratamente. Nuestro maravilloso sol y concreta siuación de crisis mantienen a la ciudad en su sitio hasta, probablemente, bien entradas las fiestas.