sin techo

Los nuevos Sísifos y Prometeos

Los nuevos Sísifos y Prometeos

A veces, mientras bebo mi café de por las mañanas en este invierno poco frío de Madrid, observo tras los cristales a un joven que no pasará de los treinta años. Recoge sus enseres, acaricia a un perro pequeño y se sienta a esperar. Es uno de esos que algunos llaman "perroflautas", desde ese pedestal extraño que da el tener una buena posición.
Ponga un pobre en su mesa

Ponga un pobre en su mesa

Según la aspirante a alcaldesa, los mendigos que duermen en la calles de Madrid espantan el turismo. Por eso sería deseable sacarlos de la vía pública y alojarlos en albergues. Sin entrar en la viabilidad económica de tal medida, hay un par de cuestiones que valdría la pena plantearse.
La nueva pobreza

La nueva pobreza

Fue recorriendo cinco instituciones para conocer de primera mano cómo era la vida de la gente sin techo cuando me reencontré con un conocido al que no reconocí. Debía tener mi edad pero parecía tener muchos años más.